El Tesoro Público ha captado este jueves un total de 4.521,36 millones de euros en la primera emisión de bonos y obligaciones del mes de septiembre, dentro del rango medio previsto, y lo ha hecho cobrando más a los inversores y ofreciendo una menor rentabilidad. A pesar de obtener un menor interés, los inversores siguen confiando en los títulos de deuda españoles, dado que la demanda conjunta de las cuatro referencias subastadas este jueves ha superado los 10.500 millones de euros, más del doble de lo finalmente adjudicado en los mercados.

En concreto, el organismo dependiente del Ministerio de Economía ha colocado 488 millones de euros en la obligación a 15 años indexada a la inflación, frente a una demanda de más de 850 millones, y ha ofrecido un interés marginal del -0,422%, frente al 0,411% registrado en la subasta anterior celebrada el pasado 5 de mayo.

En el bono a cinco años, el Tesoro ha adjudicado 880 millones, muy por debajo de los 4.290 millones demandados, y la rentabilidad marginal ha sido más negativa (-0,276%) que la ofrecida en la emisión anterior del pasado 16 de julio (-0,180%). Asimismo, en el bono a 10 años se han colocado 960,49 millones de euros, con una demanda de más de 2.200 millones, y la rentabilidad marginal se ha colocado en el 0,059%.

Por último, el Tesoro ha adjudicado 2.192,87 millones de euros en la obligación a 15 años, frente a una demanda de más de 3.100 millones, y el interés marginal se ha situado en el 0,642%, inferior al 0,703% de la emisión previa del pasado mes de julio. Tras la subasta de este jueves, el Tesoro tiene programadas otras tres emisiones en septiembre: de letras a 6 y 12 meses el martes día 8; de letras a 3 y 9 meses el martes día 15, y de bonos y obligaciones el jueves 17.

El organismo emisor anunció a finales de mayo una modificación de su programa de financiación para este año, que prevé elevar la emisión neta en 97.500 millones de euros, hasta un total de 130.000 millones, e incrementar en algo más de 100.000 millones la emisión bruta, hasta alcanzar los 297.000 millones de euros, como consecuencia de la mayor necesidad de financiación por el aumento de la deuda pública para hacer frente a los mayores gastos derivados de la covid.

No obstante, a la previsión de emisión neta se le podrían descontar en torno a 15.000 millones que podría recibir España del sistema de reaseguro de empleo (SURE), así como la parte que perciba del fondo de reconstrucción europeo.En detalle, estima una necesidad de financiación bruta para 2020 de 297.657 millones de euros, de los que 185.969 millones se prevén financiar mediante bonos y obligaciones y 111.688 a través de letras del Tesoro.