La factura del rescate bancario no para de crecer más de una década después del estallido de la crisis. El Tribunal de Cuentas ha actualizado este jueves sus cálculos y estima que el coste para las arcas públicas se situó en 45.344 millones de euros al cierre del año pasado, 3.496 millones más que cuando realizó el anterior recuento con cifras de finales del 2015. A ello se suman otros 21.295 millones aportados por el sector a través de sus aportaciones al Fondo de Garantía de Depósitos, con un incremento de 2.363 millones en tres años.

El incremento del coste provisional del rescate se debe a la caída del valor bursátil de Bankia (1.627 millones), el aumento de las pérdidas que se comprometió a cubrir en bancos intervenidos para que se lo quedasen entidades solventes (2.300 millones), el deterioro de la situación de la Sareb (1.484 millones) y otros gastos, principalmente relacionados con la gestión de la recepción de los fondos del rescate europeo (495 millones).

El Banco de España consiguió un saldo positivo de 62 millones, con lo que el coste total provisional del rescate asciende a 66.577 millones, 5.859 millones más que en el 2015. El Tribunal de Cuentas ha destacado que esta cifra "no puede considerarse definitiva", pero al mismo tiempo ha subrayado que se puede "considerar oportuna y significativa la estimación" teniendo en cuenta lo avanzado del proceso. Es decir, que viene a dar por sentado que la mayor parte de las pérdidas no tienen marcha atrás.

PÉRDIDAS DEFINITIVAS

De hecho, viene a dar por perdidos definitivamente 45.848 millones, el 68,8% del coste total provisional. La institución, así, destaca que hay varias partidas que pueden provocar un incremento o disminución del coste estimado que afectan a 20.729 millones de euros de dicho coste, de los que 14.897 millones son imputables al Estado a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y 5.832 millones al sector a través del Fondo de Garantía de Depósitos.

La cifra definitiva, apunta, va a depender de la venta de Bankia (su caída en bolsa hace que el FROB la tenga valorada en 9.560 millones, con lo que de momento se habrían perdido 12.864 millones), las pérdidas por las garantías que se concedió a los bancos que se quedaron con entidades intervenidas (todavía podrían aumentar en otros 7.680 millones) y el deterioro de la situación de la Sareb (el FROB suscribió deuda del banco malo por un importe de 656 millones y se ha computado un coste de 488 millones).