Uber ha reaccionado con calma a la decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de considerarla una empresa de transportes y no una simple plataforma digital de intermediación entre particulares. La empresa, a través de un portavoz, ha asegurado que "nada cambia en la operativa de Uber", pues la sentencia hace referencia al modelo de negocio la empresa anterior, y no el actual, en el que emplea conductores y vehículos con licencia VTC.

"Esta decisión no cambia nada en la operativa de Uber en la mayoría de los países de la UE. Sin embargo, todavía hay millones de europeos que no pueden usar apps como la nuestra. Como dijo recientemente nuestro nuevo consejero delegado, conviene regular servicios como Uber y por ello continuaremos el diálogo con países y ciudades en toda Europa", ha destacado el portavoz.

La compañía aterrizó en España en el 2014 con su modelo original: particulares que podían apuntarse a la app para llevar a otros particulares. Las asociaciones de taxistas denunciaron a la compañía, que decidió finalmente cerrar ese servicio. La sentencia hace referencia a ese modelo.

La firma fue cambiando poco a poco de modelo de negocio en toda Europa, abandonando el de coches particulares por el de vehículos con licencia. Así, en el 2016, volvió a España, concretamente a Madrid, usando solo vehículos con licencia VTC, el mismo modelo que usan otras empresas como Cabify. Barcelona, por el menor número de licencias VTC, sigue siendo la única gran ciudad europea sin Uber.

Uber opera en la actualidad en más de 80 ciudades de Europa, con coches con licencia para el transporte de particulares en la mayoría de países. El modelo original solo se mantiene en Polonia, Rumanía, República Checa y Eslovaquia.