La economía española marcha viento en popa y crecerá este año dos décimas más de lo previsto hace tan solo tres meses. La Comisión Europea ha revisado al alza su previsión de primavera y augura ahora un crecimiento más robusto, del 2,3% para 2019, gracias a la evolución positiva durante la primera mitad del año gracias a un mejor comportamiento de las exportaciones. En 2020, mientras tanto, la economía se ralentizará debido a las tensiones comerciales globales pero aún así Bruselas mantiene la estimación en el 1,9% del PIB.

Ni la falta de Gobierno ni el impasse actual de la política española, ni las tensiones políticas externas debido a la confrontación comercial o la intestabilidad en Oriente Medio, tendrán de momento repercusiones y aunque la economía se ha desacelerado suavemente se está comportando «mejor» que en otros países vecinos, según los técnicos comunitarios. En este sentido, las nuevas previsiones vaticinan que la economía española seguirá creciendo muy por encima de los grandes países de la Eurozona, que registrará este año de media un Producto Interior Bruto del 1,2% y del 1,4% en 2020, y especialmente de países como Italia (0,1%), Alemania (0,5%), Francia (1,3%), Reino Unido (1,3%) y Holanda (1,6%).

«Hace cinco años que asumí mi cartera y que me hacen este tipo de preguntas. No respondo jamás a preguntas hipotéticas. Las previsiones económicas se hacen teniendo en cuenta la situación efectiva que existe en España. Tengo todos los motivos para pensar que las previsiones que formulamos son sólidas y que la economía española va mejor en cuanto a su estructura», zanjó el comisario de Economía, Pierre Moscovici, interrogado sobre las posibles consecuencias de una crisis política en España o el impacto que una nueva convocatoria de elecciones en otoño tendría en la economía.

Según Moscovici no es la primera vez que «hay incertidumbre en España» y en cada ocasión la economía española ha demostrado que «avanza, progresa y va bien», insistió. «Llevamos algunos años en esta situación de impasse político y varias elecciones. La economía española se ha desacelerado suavemente pero se está comportando mejor que el resto de socios europeos» y «hasta el momento parece que no ha tenido impacto aunque es verdad que puede tener impacto en el ritmo al que se lleven las reformas que están pendientes desde hace algún tiempo y no llegan», explicaron fuentes de la Comisión.

Exportaciones y consumo / El nuevo análisis comunitario achaca la mejora a una aceleración del crecimiento durante el primer trimestre del 0,7% gracias a una contribución positiva de las exportaciones netas y a que la inversión en bienes de equipo y vivienda compensó el débil crecimiento del consumo. La nueva fotografía apunta a una ligera desaceleración durante el segundo trimestre, con un crecimiento del 0,6%, aunque el dato esconde también una evolución más optimista de la pronosticada en primavera gracias a una cierta recuperación del consumo.

Bruselas espera que esta tendencia se mantenga durante la segunda mitad del año. «Se espera que el crecimiento disminuya un poco más en el tercer trimestre de 2019 y se estabilice a una tasa de alrededor del 0,5% para los restantes trimestres del horizonte de pronóstico», señalan las nuevas previsiones. Esta nueva fotografía ha llevado al Ejecutivo comunitario a elevar la estimación de crecimiento para este año y situar la nueva previsión en el 2,3% y en el 1,9% en 2020.

En términos de composición, se espera que la demanda interna, y en particular el consumo, siga siendo el principal motor del crecimiento, con una contribución neutral en términos generales de las exportaciones netas al crecimiento. En un contexto de tensiones comerciales a nivel global, Bruselas espera que las exportaciones e importaciones españolas sigan su recuperación.

En cuanto al empleo, las nuevas previsiones auguran un crecimiento menor aunque todavía continuará expandiéndose con fuerza lo que significa que la tasa de desempleo seguirá retrocediendo. Esta caída del paro, junto a las subidas salariales, permitirán mejorar los ingresos disponibles y aumentar la tasa de ahorro de los hogares. En cuanto a la inflación, la tasa pasará del 1,7% registrado en 2018 al 0,9% este año.

La CE reconoce también que las perspectivas a corto plazo para la economía europea se ven ensombrecidas por tensiones comerciales a nivel mundial hasta la incertidumbre política, Otro factor de incertidumbre es el brexit.