La brecha entre lo que los gobiernos europeos recaudan y lo que deberían recaudar en concepto del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), el principal gravamen al consumo, sigue siendo multimillonaria. La sangría, según el último informe publicado por la Comisión Europea, se ha reducido en 8.000 millones pero alcanzó en 2017 los 137.000 millones de euros. Los Estados miembros no pueden permitirse quedarse de brazos cruzados mientras miles de millones se pierden por el fraude en cascada del IVA y las incoherencias del sistema, advierte el comisario de asuntos económicos, Pierre Moscovici.

El agujero fiscal, por el fraude y la evasión, la elusión, quiebras e insolvencias o errores de cálculo, varía de forma importante de un país a otro. España, según las conclusiones del estudio, es un alumno aventajado al perder solo 1.806 millones de euros (un 2% de los ingresos por IVA) lo que le coloca en el quinto país de la UE que menos pierde por detrás de Chipre, Luxemburgo, Suecia y Malta.

Por el contrario, Rumanía fue el país con la mayor brecha nacional con un 36% de los ingresos por IVA perdidos (1.893 millones), por delante de Grecia con un 34% (7.339 millones), Lituania con un 25% (1.119 millones), Italia con un 24% (33.629 millones) y Eslovaquia con un 23% (1.791 millones). En términos absolutos el país con mayores pérdidas fue Italia (33.629 millones) por delante de Alemania (25.016 millones), Reino Unido (19.199 millones) y Francia (12.030 millones).

Tendencia a la baja

El estudio apunta que la brecha descendió en 25 países de la UE mientras que aumentó en tres: Grecia, Letonia y ligeramente en Alemania. Según las estimaciones de Bruselas, la brecha probablemente seguirá la tendencia a la baja de los últimos años y disminuirá por debajo de los 130.000 millones en 2018 aunque desde el Ejecutivo comunitario insiste en que, pese a la mejoría identificada, las conclusiones corroboran la necesidad de reformar el sistema. La coyuntura económica favorable y algunas soluciones políticas a corto plazo aplicadas por la UE contribuyeron a reducir la brecha del IVA en 2017, alega Moscovici. No obstante, para lograr un progreso más significativo tendremos que llevar a cabo una profunda reforma del sistema del IVA para hacerlo más resistente al fraude, advierte.