UGT ha planteado al Gobierno que las empresas estén obligadas a desarrollar planes internos que regulen las condiciones en las que se desarrolla el teletrabajo. Esta es una de las propuestas que el sindicato ha presentado este miércoles, después de que el Ministerio de Trabajo iniciara el pasado viernes los trámites para elaborar una proposición de ley para una nueva regulación del teletrabajo. La central también aboga por establecer que los trabajadores puedan trabajar a distancia como mínimo un día a la semana y un máximo de cuatro, así como complementos salariales para compensar los gastos por luz, internet, mobiliario o parte del alquiler. "El teletrabajo no puede ser que todo vaya a costa del trabajador", ha afirmado el secretario de política sindical de UGT, Gonzalo Pino.

La emergencia sanitaria de la covid-19 ha significado la primera gran experiencia extendida de teletrabajo para muchos de los españoles. Pues antes de la irrupción del virus, solo el 9,7% de los trabajadores operaba a distancia de manera habitual; cifra que se ha disparado hasta el 30,2% tras la pandemia, según datos de abril de un informe de Eurofund. Es sobre esta característica de la "nueva normalidad" sobre lo que pretende legislar el Gobierno y sobre lo que UGT ha trasladado sus propuestas. Pues esa multiplicación de las rutinas a distancia para mantener la actividad económica de muchas empresas tras la declaración del estado de alarma no ha estado exenta de riesgos laborales.

Según una encuesta interna sobre 1.348 profesionales realizada por UGT, uno de cada tres encuestados ha visto aumentar su jornada laboral tras la implementación del teletrabajo. Y a casi la mitad su empresa no le ha facilitado ningún equipo para desarrollar su actividad ni le ha compensado el ponerlo ellos. Otro dato que revela la encuesta del sindicato es que siete de cada diez teletrabajadores no han recibido formación específica para organizar su trabajo y jornada desde casa.

PLANIFICAR EL TELETRABAJO

UGT ha puesto sobre la mesa este miércoles que el teletrabajo debiera regularse a través de una fórmula similar a la de los planes de igualdad. Cada empresa debe tener la obligación, bajo pena de sanción, de elaborar una planificación de las condiciones en las que sus trabajadores desarrollan el teletrabajo y pactarla con la representación de los trabajadores. Tanto a nivel de rutinas de trabajo, de mantenimiento de equipos (como los informáticos) o de garantizar que la empresa cumple con su obligación legal de facilitar el conjunto de los medios de producción necesarios para el desarrollo de la actividad profesional.

Para ello la central propone que la empresa debe compensar a sus empleados por los gastos que genere el teletrabajo, desde la luz, el internet, el mobiliario o el alquiler. También promover mecanismos para que el trabajo a distancia no provoque que sean las mujeres las que acaben copando esta modalidad para atender responsabilidades familiares.