Un día antes de que el Gobierno aprobará la derogación del despido por bajas médicas intermitentes, la empresa Kostal Eléctrica S.A. comunicaba a Rosa (nombre ficticio para preservar su anonimato) su cese como empleada. La compañía con fábrica en el municipio barcelonés de Sentmenat y especializada en la producción de materiales electrónicos para el sector de la automoción invocó, con fecha del 17 de febrero, el 52-d que un día después el Consejo de Ministros suprimiría. Este mecanismo permite a la compañía efectuar un despido objetivo, lo que implica la indemnización mínima contemplada por ley, que se concreta en 20 días por año trabajado.

Rosa, de 45 años de edad, llevaba 21 en esta empresa y fue cesada por ausentarse durante más del 20% de jornadas hábiles en los dos últimos meses, debido a una baja por enfermedad. «Esta compañía ha adoptado la decisión de proceder a la amortización de su contrato de trabajo al amparo de lo dispuesto en el artículo 52.D», reza la la carta remitida por la compañía a la que tuvo acceso este diario.

La federacion de industria de Comisiones Obreras en Barcelona ha asumido la gestión de este caso y el gabinete jurídico del sindicato está preparando la demanda judicial para conseguir que la empresa readmita a la trabajadora afectada. «Vamos a por el [despido] nulo», declaró el secretario general de la federación, Josep Rueda.