Pagar menos a Hacienda de manera legal. La recta final del año es el momento adecuado para reducir la factura fiscal del año. Vender acciones, destinar ahorros a la financiación de proyectos empresariales o oenegés, a la amortización de la hipoteca de la primera vivienda, a planes de pensiones y alguna otra estrategia son las principales herramientas para pagar menos a Hacienda en el Impuesto de la Renta y las Personas Físicas (IRPF) de este año.

Con el final del año a la vista existen aún algunas oportunidades para los contribuyentes de rebajar la factura del IRPF que se tendrá que presentar la próxima primavera para ajustar las cuentas con el fisco sobre lo ganado a lo largo del 2016.

Las aportaciones a los planes de pensiones, a pesar de que han visto reducida su ventaja a 8.000 euros anuales de aportación como límite, y la amortización de la hipoteca, que debe corresponder a una vivienda comprada antes del 2013, se mantienen como los principales instrumentos para reducir la carga fiscal, es decir, para que salga a pagar menos o para aumentar la devolución que se recibirá. Hay que tener en cuenta que tres de cada cuatro declaraciones de la renta salen a devolver.

Con los planes de pensiones, a pesar de que el límite de aportación anual deducible se redujo de 10.000 a 8.000 euros, el ahorro fiscal puede alcanzar hasta 45 de cada 100 euros invertidos. En Catalunya este puede llegar hasta 48, ya que la tarifa en la parte autonómica es más elevada. Este instrumento de previsión social es el único con el que se puede reducir el importe de la base imponible sobre la que luego se aplica la tarifa del impuesto.

Hasta 26.667 euros de ingresos anuales operan como límite deducible los 8.000 euros de aportación; mientras que por debajo de esa renta el tope es el 30% de los rendimientos del trabajo o de las actividades económicas. En todo caso, sobre los planes de pensiones, los expertos aconsejan tener en cuenta que rinden, en general, menos que la bolsa o los bonos en plazos de 15 años. Se trata de optar entre obtener ahorros fiscales inmediatos o diferir el pago de impuestos al futuro, en el momento de la jubilación.

CAMPAÑAS

Las gestoras de planes y fondos de pensiones ultiman sus campañas para captar nuevos partícipes o para que los existentes apuren las aportaciones hasta el máximo deducible. VidaCaixa, por ejemplo, aunque tiene a disposición de los clientes toda la oferta a través de las oficinas de CaixaBank, su propietaria; lanzará la campaña de planes de pensiones el mes que viene. Y así lo harán la mayoría de entidades financieras. Una buena parte de las aportaciones se concentran en la parte final del año, ya que el efecto fiscal es el mismo si se hace en enero que si se se opta por realizarlo antes de la medianoche del 31 de diciembre.

En el caso de la hipoteca, siempre que sea una vivienda habitual adquirida antes del 2013, el límite anual deducible son 9.040 euros, con una desgravación del 15%, lo que supone 1.356 euros por contribuyente.

Además están los planes de ahorro 5, que pueden adoptar la forma de cuenta bancaria o de seguro. Se pueden hacer aportaciones de hasta 5.000 euros anuales, exentos de tributar en el IRPF siempre que no se retiren en un plazo de cinco años y no se superen los 5.000 euros anuales de aportación. En todo caso, los bajísimos tipos de interés lo convierten en una inversión poco atractiva. De nuevo se trata de elegir entre ahorro fiscal inmediato o rendimientos muy bajos.

OENEGÉS Y PARTIDOS

Una de las pocas novedades que ha entrado en vigor este año para ahorrarse algunos euros más correponde a los donativos a oenegés. Sobre los primeros 150 euros se apica una deducción del 75%, frente al 50% del año pasado; y sobre el resto, del 30%, en lugar del 27,25% del año pasado. Y en sustitución de la reducción por aportaciones a partidos políticos se crea una deducción del 20% de las ucotas de afiliación con una base máxima de 600 euros.

Este año ha sido el último de la rebaja del IRPF, que significó también un ajuste de las retenciones en las nóminas, que el Gobierno del PP se apresuró a regular dada la cercanía de las elecciones generales (en este caso, las del 20-D). Incluso anticipó a julio del año pasado una parte de la rebaja fiscal que estaba prevista para el 2016, con lo que se vivió un ejercicio con dos tarifas distintas.

Aunque la rebaja relativa de las retenciones para este año era de hasta el 3%, el grueso de los contribuyentes apenas han notado el incremento en euros en sus ingresos mensuales. La media de aumento de nómina ha sido de unos 78,11 euros anuales que, en el caso de tener 14 pagas, se traduce en 5,57 euros más en el bolsillo cada mes, según las estimaciones que realizó el colectivo de técnicos de Hacienda integrados en Gestha.

La tabla de retenciones es igual para todo el territorio. La fija el Estado. Eso supone que se basa en los tipos fijados por el Gobierno central, que sitúan el gravamen mínimo en el 19% y el máximo en el 45% para el 2016. El IRPF es una tributo participado por las autonomías al 50%. Si las comunidades no han seguido al Estado en la rebaja de tipos, los gravámenes totales que pagan sus ciudadanos son superiores.

Es lo que sucede en Catalunya. El tramo autonómico no se modifica desde el tripartito, lo que hace que el tipo mínimo sea del 21,5%, frente al 19% de los territorios que hayan seguido la pauta estatal; y el máximo, del 48%, frente al 45% del resto. Además la tarifa tiene 10 tramos en lugar de los cinco del tramo estatal.