La decisión del Gobierno de Estados Unidos de abandonar las negociaciones en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) de una tasa mundial a los gigantes digitales como Facebook o Google, así como la amenaza de la imposición de aranceles a los países que decidan seguir adelante, ha caído como un jarro de agua fría en la Unión Europea. El ministro francés de Finanzas, Bruno Le Maire, calificó de «provocación» el anuncio mientras su colega italiano, Roberto Gualtieri, avisó de que la situación «no cambia» los planes de tasar a las grandes compañías digitales.

Francia e Italia son, junto a España y el Reino Unido, los cuatro países europeos a los que el secretario del Tesoro estadounidense, Steve Mnuchin, informó ayer por carta de sus intenciones de abandonar la negociación en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico y castigar a todos los países que apliquen una tasa digital. «Es una provocación a los socios de la OCDE. Estábamos cerca de un acuerdo sobre la fiscalidad de los gigantes digitales en un momento en el que son los únicos que han sacado beneficios inmensos de la crisis del coronavirus», declaró Le Maire en la emisora France Inter.

Según el ministro francés no es también «una provocación hacia todos los ciudadanos del planeta, que ven legítimo que los gigantes digitales paguen sus impuestos» y hacia «los aliados de Estados Unidos».

«¿Qué manera es esta de tratar a aliados como británicos, españoles, italianos o franceses, amenazándonos sistemáticamente con sanciones?», se preguntó indignado. «Confirmo que habrá una tasa digital en el 2020 en Francia», insistió el responsable de Finanzas galo.

Francia y el resto de socios europeos son partidarios de un acuerdo internacional pero considera que o Estados Unidos regresa a la mesa de negociación y hay un acuerdo global este mismo año o aplicarán la tasa nacional ya aprobada en el hexágono y que se mantiene suspendida.

«Es una cuestión de justicia y no vamos a ser los únicos. Nadie puede aceptar que estos gigantes digitales se aprovechen de los 450 millones de clientes europeos y no paguen impuestos en los estados en los que operan», añadió.

SOLUCIÓN GLOBAL / En una reacción más mesurada pero igual de firme se pronunció Italia. «Nuestra posición sobre la tasa digital no cambia. A pesar de la emergencia del covid-19, con Francia, España y Reino Unido, estamos decididos a seguir trabajando por una solución para el 2020, según lo decidido por el G20», recordó Gualtieri. Los cuatro países respondieron con otra carta remitida a Mnuchin en la que informan de que sus planes de lograr una fiscalidad justa «lo antes posible» se mantienen.

Una postura que también defiende la Comisión Europea, que apuntó que si la negociación en la OCDE «no es concluyente» presentará una propuesta sobre una tasa digital a nivel europeo, pese a la división que genera este asunto también entre los Veintisiete.

«Si es necesario reaccionaremos al unísono con una nueva propuesta de la UE», advirtió el comisario de Asuntos Económicos, Paolo Gentiloni.