Ahora es el ingreso mínimo vital, pero hay otros muchos programas, planes y demás iniciativas que las administraciones lanzan, pero que apenas se analizan para determinar si se alcanzan los objetivos que se perseguían. Y ese es un elemento esencial porque lo importante no es solo decidir sino hacerlo e implementarlo de forma eficiente y de acuerdo con lo que se esperaba. Para que eso cale es necesario que las políticas y programas públicos, pero también los privados, sean evaluados. Es algo poco habitual en España, pero común en países como EEUU o Reino Unido, según Elena Costas, fundadora de Ksnet, creada en el 2015 con otras colegas que hacían el doctorado en Económicas.

Ksnet se ha aliado con Afi, Iseak e Ivie para fomentar la práctica de la evaluación de las políticas, tanto en su diseño como en su implementación y en el análisis de sus resultados. Es algo que hace la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), la cual muchas veces recurre a este tipo de entidades para realizar sus análisis. Ksnet trabaja para distintos organismos públicos

«Se trata de fomentar la implantación de la cultura de la evaluación pública», afirma Costas. A su juicio, en los últimos cinco años, esta cuestión ha evolucionado en España y tanto Ksnet -que nació para que estea actividad pasara de la investigación meramente académica a su aplicación práctica--, como las otras entidades trabajan intensamente para evaluar políticas, públicas y privadas, pero queda camino por recorrer.

Examinar los distintos planes, programas e iniciativas es una «condición necesaria para el funcionamiento de cualquier democracia», según explicó Emilio Ontiveros, presidente de Afi, en la presentación de esta iniciativa, que considera un pilar para un sistema transparente. De hecho, esta alianza, con el nombre de Redev (Red por las buenas prácticas en la evaluación), nace en plena pandemia, cuando existe un protagonismo público «central y determinante para salir de la crisis», agrega.

Se dice que lo que no se puede medir no se puede mejorar. Y de eso se trata. Elena Costas añade que la futura llegada a España de los 140.000 millones de euros que le corresponderán del fondo europeo de reconstrucción una vez que logre aprobarse, «requieren de una buena evaluación». Según Sara de la Rica, directora de la fundación Iseak, en España no hay un problema de cantidad de información, ya que hay mucha, lo que sucede es que la existente está pensada «para gestionar, no para evaluar». Y la actual crisis ha aflorado la dificultad de planificar y gestionar de forma más eficiente los recursos si previamente no se han evaluado las políticas. La importancia de analizar tanto los diseños como las implementaciones y los resultados de cualquier programa o plan lo refleja el hecho de que una cuarta parte del gasto de las administraciones se destina a la contratación de bienes y servicios.