La ministra de Trabajo en funciones, Magdalena Valerio, calificó ayer de «injusta» la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) que avala el despido de un trabajador por faltas de asistencia intermitentes, aunque estas estén justificadas. La dirigente socialista consideró que este es uno de los aspectos «más lesivos» de la reforma laboral aprobada por el PP en el 2012 y afirmó que este será objeto de discusión para una hipotética futura derogación, según recogió la agencia Europa Press en un acto ayer en Guadalajara.

«Es uno de los temas de la famosa reforma laboral que vamos a tener que reformar; habrá que hacerlo», aunque «acato y respeto la sentencia», declaró. La dirigente socialista tachó de «injusta» la interpretación realizada por el Constitucional, que en su fallo primó el derecho a la libertad de empresa por encima del derecho a la salud y avaló que un despido sea encuadrado como procedente si el trabajador cesado acumula ausencias superiores al 20% de las jornadas laborales pactadas en un periodo de dos meses.

La postura de los socialistas respecto a derogar o no la reforma laboral del PP está siendo ambigua. Por un lado, la ministra de Trabajo en funciones explicó en Guadalajara que esta es una de las cuestiones que el PSOE espera derogar cuando cuente con un gobierno estable y y una mayoría parlamentaria proclive. Y, por el otro, la titular de Economía, Nadia Calviño, reiteró en diversas ocasiones que «no es productivo» revertir reformas.

De hecho, el programa electoral del PSOE para el 10-N intercala la «aprobación de los cambios que eliminen los aspectos más lesivos de la reforma laboral del 2012», con la elaboración de «un nuevo Estatuto de los Trabajadores para el siglo XXI». Calviño ha defendido que la derogación de esos «aspectos más lesivos» pasa por elaborar ese «nuevo Estatuto de los Trabajadores», con la consecuente prolongación en el tiempo de la reforma, y Valerio se ha mostrado más partidaria de derogar primero.