La ecuación de canje, es decir, el valor de un banco en relación al otro para el intercambio de acciones en la fusión de CaixaBank y Bankia es uno de los escollos que ralentiza la creación del que será el primer banco de España en activos (alrededor de unos 630.000 millones de euros). En todo caso, esta semana la fusión encara una fase decisiva con la posible ratificación de los consejos de administración.

La valoración es un escollo en una integración muy consensuada entre el presidente de la Fundació Bancaria La Caixa y defensor de la unión desde hace años, Isidre Fainé, que controla el 40% del capital de banco a través de Criteria; y la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, máxima responsable, en última instancia, del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), con el 60,6% de Bankia. Ambos son los que pueden deshacer cualquier escollo en la negociación.

Se daba por hecho que los accionistas de Bankia deberían aportar tres títulos por cada uno de CaixaBank, cuyo valor se sitúa en torno al triple del de la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri, pero desde que se anunció la operación los títulos de la entidad mayor se han revalorizado en torno al 11%, hasta 12.046 millones frente al 33% de los de Bankia, hasta 4.229.

Eso complica las cosas al ser una prima para los accionistas de Bankia que CaixaBank puede ver como muy alta. De todas formas hay otras variables también importantes como la reducción de oficinas o de empleos, que puede tropezar con la idea del Gobierno de desincentivar las prejubilaciones, instrumento esencial en los ajustes bancarios. El Estado, que pasaría a dejar de ser el primer accionista y tener en torno al 15% de la nueva entidad, necesita a su vez cerrar una operación que maximice el valor de un banco que recibió más de 24.000 millones de euros públicos y que solo ha recuperado unos 3.000 millones. Hasta que no se cierre un acuerdo no se convocarán los consejos para ratificar la operación y acelerar el proceso. Se esperaba que serían ayer domingo y ahora podrían ser a media semana.

El resultado final no puede estar muy lejos de que los accionistas de CaixaBank posean en torno al 75% de la entidad nueva y los de Bankia, el 25%. Sobre cargos y sede no hay diferencias: Goirigolzarri sería presidente no ejecutivo y el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, lo sería también del nuevo grupo. Y Valencia, la sede. H