Mientras Huawei saca pecho y asegura que es suficientemente fuerte como para aguantar la tormenta desatada por la prohibición a firmas de EEUU de hacer negocios con la compañía china (la restricción que más impacto puede tener es la de Google), un nuevo varapalo llegó ayer no desde el país de Donald Trump, sino desde el Reino Unido. La multinacional de diseño de chips ARM dio instrucciones a sus empleados para que suspendan sus negocios con Huawei, una prohibición que es especialmente relevante porque afecta también a los chips fabricados por Huawei, es decir, que la firma no podría desde este momento montar algunos componentes de vital importancia -vengan desde EEUU o no- en sus smartphones.

Según reveló ayer la BBC tras acceder a documentos internos de la firma, ARM, propiedad de la japonesa Softbank y dedicada a los semiconductores y al desarrollo de software, ha instado a sus empleados a frenar «todos los contratos activos, respaldar derechos y cualquier compromiso pendiente» con Huawei y sus subsidiarias para cumplir con la orden del Gobierno de EEUU.

CUMPLIR CON LAS NORMAS / En un documento interno al que accedió la cadena pública británica, la compañía señaló que sus diseños contienen «tecnología de origen estadounidense». ARM considera que le afecta el veto impuesto por la administración de Trump a las tecnológicas de su país para que no hagan negocios con el gigante de China.

En un comunicado, ARM se limitó a afirmar que cumple con las últimas regulaciones de EEUU. El documento interno, en cambio, afirma que se recomienda a los empleados enviar una nota al gigante chino para explicar que por una «situación desafortunada», no podían «proporcionar apoyo, entregar tecnología (bien software, códigos u otras actualizaciones), involucrarse en discusiones técnicas o hablar de asuntos técnicos con Huawei o firmas similares.

Otro mazazo que llegó también desde el Reino Unido ayer fue que las compañías Vodafone y EE han decidido paralizar por el momento la venta del modelo Huawei 5G. Las compañías tomaron esta decisión debido a que a que la matriz de Google, Alphabet, ha roto relaciones comerciales con el gigante chino siguiendo un mandato del Gobierno de Estados Unidos.

Ambas empresas británicas se unen así al veto de otros grandes operadores de telefonía del mundo, que han dado la espalda a Huawei tras la decisión de las empresas tecnológicas de EEUU de dejar de suministrarle tecnología para cumplir con la orden del presidente, Donald Trump.

«Estamos paralizando los pedidos del Huawei Mate 20X 5G en el Reino Unido», confirmó ayer Vodafone en un escueto comunicado de prensa. En la nota, la compañía británica explicó que esa decisión es «una medida temporal mientras haya incertidumbre respecto a los nuevos teléfonos Huawei 5G». Vodafone agregó que mantendrá «esta situación bajo revisión».

El consejero delegado de EE, Marc Allera, declaró que la compañía no reactivará las ventas de los dispositivos de Huawei hasta tener «toda la información y confianza», así como «la seguridad a largo plazo», de que sus clientes, si compran esos móviles Huawei, van a recibir soporte.

Similar decisión se tomó en Japón: el principal operador nipón, NTT Docomo, ha interrumpido la recepción de pedidos del modelo de móvil Huawei P30, cuyo lanzamiento en el país está previsto para verano.