Llevan la etiqueta 'Cero emisiones' en el parabrisas pero, ¿es correcto decir que un coche eléctrico no genera emisiones de dióxido de carbono (CO2)? La respuesta teórica es sí, un coche eléctrico se propulsa mediante la electricidad alamacenada en sus baterías y no genera emisiones. No obstante, el proceso de obtención de la energía eléctrica sí lo hace.

Según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a través de la Secretaría de Estado de Energía, el valor medio de las emisiones de los vehículos eléctricos, incluidas las motocicletas, en la generación de la energía necesaria para propulsarlos es de 108 gramos de dióxido de carbono. Teniendo en cuenta que, según la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso del Vehículo Eléctrico (Aedive), un vehículo eléctrico consume de media 15 kWh de electricidad cada 100 kilómetros, las emisiones generadas para obtenerla equivaldrían a 58 gramos de CO2 por kilómetro recorrido.

Para realizar este cálculo, desde la Secretaría de Estado de Energía han tenido en cuenta los datos del Centro Común de Investigación de la Comisión Europea, que cifran en 402 gCO2eq/KWh las emisiones procedentes de la electricidad consumida a baja tensión en el país en 2015. No obstante, al aplicar un factor de mejora para actualizar dicho valor se obtiene una cifra nacional media de intensidad de emisiones para dichos vehículos de 388 gCO2eq/kWh, a la que se le aplica un factor de conversión de 3,6 MJ/kWh, con arreglo al Informe Well-to-Wheels, publicado por el Centro Común de Investigación de la Comisión Europea. La cifra final son los citados 108 gramos de CO2 por kWh consumido.

Pese al estudio, un vehículo eléctrico contabiliza como coche 'cero emisiones' ante la Unión Europea, por lo que muchos fabricantes apuestan ahora por estos vehículos para reducir la media de emisiones de su gama para ajustarse a la normativa europea, que exige que todos estén por debajo de 95 gramos de CO2 por kilómetro de media este año. Los que, al cerrar 2020, acrediten una media superior entre todas sus unidades vendidas, deberán pagar 95 euros por gramo de más y unidad vendida en todo el año.

¿CÓMO SE OBTIENE LA ENERGÍA EN ESPAÑA?

Según la Asociación de Empresas de Energías Renovables (Appa), la gran mayoría de la energía primaria utilizada en España procede de los combustibles fósiles, es decir, del petróleo, el gas y el carbón, cuya producción libera grandes cantidades de CO2. Si bien es cierto que la producción a partir de fuentes renovables está creciendo año a año, alcanzando, según Red Eléctrica de España, el 40% del total en 2018, los combustibles fósiles siguen copando el otro 60% de la producción nacional de energía. En ese sentido, gran parte de la producción (21,4% en 2018) procede de centrales nucleares, que cuentan 'cero' en el cómputo de emisiones por liberar únicamente vapor de agua, aunque generan residuos radioactivos.