Las grandes compañías energéticas también se han visto afectadas por el coronavirus, como es el caso de Naturgy y de Iberdrola. De todas formas, los impactos se han reflejado de distintas formas: con un descenso de los resultados en el primer caso y un aumento de las provisiones, en el segundo.

Naturgy ganó en el primer trimestre de este año 199 millones, un 41,6% menos que durante el mismo periodo de un año atrás. La compañía, que admite los efectos de la crisis sanitaria en su negocio, estima que en términos ordinarios habría ganado 305 millones de euros de enero a marzo, un 19,1 % menos que en 2019, sin contar costes de reestructuración, esencialmente salidas laborales pactadas, por valor de 158 millones de euros.

El grupo presidido por Francisco Reynés mantiene su política de dividendos pero, como consecuencia del impacto de la crisis sanitaria en su negocio, ha suspendido temporalmente la recompra de acciones propias. Uno de sus principales objetivos es renegociar los contratos de suministro de gas para "adaptarlos a las condiciones del mercado" y, pese a que esta posibilidad está prevista en los acuerdos, no dudará en recurrir al arbitraje si es necesario, ha explicado Reynés en una conferencia con analistas.

APROVISIONAMIENTO

La energética confía en que los primeros resultados de estas renegociaciones puedan cristalizar el próximo verano, aunque no descarta que la resolución se tenga que dilatar más en el tiempo a través de arbitrajes, cuyas decisiones se verían "entre el 2020 y el 2021". La compañía tiene contratos de compra de gas con países como Argelia, Omán, Nigeria, Noruega, Rusia o Egipto, entre otros. Los sellados con Cheniere en EEUU no forman parte de este grupo.

Naturgy quiere tener una mayor visibilidad sobre la evolución de la crisis para recuperar su política de recompra de acciones, prevista en su plan estratégico iniciado en el 2018. De igual forma prefiere no hacer previsiones financieras por el momento. Los factores que más han afectado a los resultados del grupo han sido la menor retribución de la actividad de distribución eléctrica en España, los costes de reestructuración y la crisis de la Covid-19, cuyo impacto fue "limitado" hasta marzo, según la compañía.

En todo caso admite que, desde mediados de marzo, el impacto de la pandemia ha sido "notable en la demanda de gas y electricidad en España y Latinoamérica". Ante este panorama, la compañía ha reforzado su liquidez desde los 8.000 millones con que contaba a finales del 2019 hasta los 9.600 millones al cierre del primer trimestre del 2020.

RETRIBUCIÓN AL ACCIONISTA

En cuanto a la remuneración a los accionistas prevé el pago de un cuarto dividendo de 0,01 euros el próximo 3 de junio para completar los 1,37 euros previstos con cargo a 2019. Y de cara al próximo ejercicio, Naturgy no modifica por el momento su previsión de abonar 1,44 euros por cada acción con cargo a los resultados del 2020.

En estos tres primeros meses de 2020, el beneficio bruto de explotación o Ebitda de Naturgy alcanzó los 944 millones, un 15,6 % menos, mientras que en este primer trimestre del año la compañía invirtió 201 millones, un 33,2 % menos, por el menor crecimiento en redes de gas y la desaceleración de otros proyectos.No obstante, Naturgy confirma que continuará con sus planes de inversión en renovables y mantenimiento de redes previstas para el ejercicio, pese a las restricciones provocadas por la crisis de la Covid-19.

Iberdrola, por su parte, se mantiene en el terreno del crecimiento y entre enero y marzo obtuvo un beneficio neto de 1.257 millones, lo que representa un incremento del 30,4% con respecto al mismo periodo del año pasado, pero debido a las plusvalías de 484 millones de euros por la venta de la participación del 8,07% en Siemens Gamesa. En todo caso, sin estos atípicos, su beneficio neto ordinario fue de 968 millones hasta marzo, un 5,3% más, gracias a la contribución de las inversiones récord de casi 10.000 millones llevadas a cabo desde el inicio de 2019.

INVERSIONES

El grupo presidido por Ignacio Sánchez Galán no prevé modificar tampoco modificar su política de dividendos y de crecimiento ya que considera que los beneficios extraordinarios y las inversiones acometidas permitirán paliar los efectos negativos que pueda tener el covid-19. En todo caso ha elevado un 37,6% su partida de provisiones en el primer trimestre del año respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, impactada, principalmente, por el aumento de la deuda de clientes atribuibles a la crisis sanitaria del Covid 19, que ha ascendido a 16,7 millones de euros.

En concreto, la partida de provisiones del grupo se ha incrementado hasta los 95,5 millones de euros, aumentando en 26,1 millones de euros debido a esa mayor deuda de clientes. El grupo registró un resultado bruto de explotación (Ebitda) aue creció un 5,8% en el primer trimestre, hasta 2.751 millones. Las inversiones en el trimestre ascendieron a 1.728,6 millones de euros, lo que supone un incremento del 24,2%. El 91% de este importe se destinó a renovables y redes.

En el caso concreto de España, la peor evolución se debió a la caída de la demanda eléctrica peninsular, en un 3,2% y de los precios del mercado mayorista, en un 37%, condicionadas básicamente ambas magnitudes por el estado de alarma declarado a raíz del coronavirus.

En lo que se refiere al dividendo, el grupo aprobó ha aprobado la ejecución de una nueva edición de su programa de 'retribución flexible', que supondrá el abono de un dividendo complementario de, al menos, 0,232 euros brutos por acción. Este importe, sumado a los 0,168 euros brutos por acción ya abonados en febrero, resulta en una retribución al accionista con cargo a 2019 de 0,40 euros brutos por título.