Volkswagen se estáreplanteando su estrategia con motores diesel en Estados Unidos. El máximo dirigente del grupo Volkswagen-Audi,Herbert Diess, declaraba hace un par de meses que todavía no estaban pensando en retirar sus propulsores de gasóleo del mercado americano (donde sigue siendo una cuarta parte de sus ventas), más bien al contrario, afirmaba que seguirían vendiéndolos pese a todo el follón del dieselgate.

Sin embargo, tras escuchar en Los Angeles al presidente de Volkswagen América, Hinrich Woebcken, señalando que no creía que el diésel vaya a seguir teniendo el mismo empujea partir de ahora, da una pista de que posiblemente la cartera de negocio del diesel de Volkswagen en Estados Unidos esté llegando a su fin.

LA APUESTA ELÉCTRICA

Woebckem apuntaba en una charla con la prensa que a lo mejor lo ideal sería “invertir más en las nuevas tecnologías como la eléctrica, en lugar de hacerlo de forma habitual para buscar cumplir con las normativas de emisiones que cada vez son más complicadas”. Esta opinión va en la línea que comentaban los expertos en el Salón de Los Angeles de que todo el caso dieselgatepodría significar una nueva oportunidad para Volkswagende cara al futuro en Estados Unidos. La electrificación, comandada por el nuevo e-Golf, pero con una apuesta contundente con el Passat GTE y el propio Golf GTE, es el camino que parece haber tomado la marca de Wolfsburg.

Los responsables de la Agencia Norteamericana de Protección del Medio Ambiente (EPA) parecen estar esperando la evolución de las inversiones en materia de vehículo eléctrico para dar carpetazo al tema del diéselgate (que costará unos 15 millones de dólares en compensaciones a la marca). El fabricante alemán invertirá dos mil millones de dólares en tecnología de vehículo eléctrico durante los próximos diez años (incluyendo 800 millones de dólares en Estados Unidos, con California a la cabeza) y eso es del agrado de los legisladores americanos.

Es por todo eso que parece que las horas del diesel en Estados Unidos parecen estar contadas. Además, el propio presidente de Volkswagen, Matthias Mueller, apuntaba esta semana que el grupo se estaría planteando empezar a producir sus propias baterías(que ahora compran a proveedores externos) para afrontar las necesidades de los próximos años (unos tres millones de baterías anuales). Los 30 vehículos electrificados que se producirán antes de 2025 invitan a pensar en esa apuesta industrial.