Mariano Rajoy quiere capturar el voto útil de todo el electorado que tema un gobierno con Pablo Iglesias a la cabeza, y por primera vez desde que comenzara la campaña, arremete contra el PSOE para persuadir a los simpatizantes socialistas que el único modo de asegurar que Podemos no alcance la Moncloa es votando al PP. En la recta final de campaña el candidato popular interpela a "los moderados" y a las "personas sensatas" para amalgamar toda la fuerza el 26-J que permita construir un dique de contención contra el avance de los morados.

"Tenemos que concentrar el voto. Cuando el voto moderado se divide, acaban aprovechándose los malos", ha señalado en un mitin en Tenerife, en el que ha vuelto a subrayar el "riesgo" que a su juicio comportaría un gobierno de "radicales". Asegurado ya su votante fiel, Rajoy se lanza ahora a persuadir a un electorado indeciso que podría dudar entre PSOE o Ciudadanos pero que tiene en común un rasgo claro: el miedo a Iglesias. Hasta el momento, Rajoy había apelado al votante de Albert Rivera, pero no a los socialistas.

FALTA DE "PERICIA" DE SÁNCHEZ

Para alcalzar a ese votante ha introducido ataques a la credibilidad del liderazgo en el PSOE. Sin citar a Pedro Sánchez explícitamente, le ha reprochado que no le diera su apoyo tras el 20-D a pesar de ser la fuerza con más escaños y ha cuestionado su capacidad política. "Ahora tenemos que celebrar nuevamente elecciones por la incompetencia y falta de pericia de algunos dirigentes políticos", ha acusado, para volver a incidir en su mantra en este último tramo de la campaña: el voto útil contra el miedo.

"Vamos a pedir el voto que no quiere radicalismos, el voto reformista, y vamos a pedir que se concentre en el PP. Moderados, constitucionalistas. Debe concentrarse porque cuanto más se concentre, más escaños tendremos. Si dividimos el voto, los tendrá Podemos", ha postulado, como fórmula que ha considerado imprescindible si se quiere continuar avanzando en la recuperación económica.

Sobre las negociaciones a partir del 27-J, Rajoy ha confirmado que su posición va a ser la misma que mantuvo tras las elecciones en diciembre y ha reclamado que el gobierno sea presidido por la fuerza que consiga más escaños. "Es una obligación democrática respetar la voluntad de la gente y que el que gane las elecciones gobierne el primero", ha incidido. Ante la indefinición de los socialistas, que no confirman cuál será su política de pactos, Rajoy ha pronunciado un deseo: "Ojalá hayan aprendido algo", ha dicho para recordar que "en los países civilizados", gobierna la fuerza más votada.