Las cuartas elecciones legislativas en cuatro años han confirmado el hastío del electorado con unos políticos incapaces de aportar estabilidad en forma de pactos y, por consiguiente, de un gobierno. Tras el cierre de los colegios la participación bajó en estos últimos comicios hasta el 69,88%, que son 5,87 puntos menos que el 28 de abril (75,75%), por lo que se situó en niveles muy próximos a los de junio del 2016 (69,83%). Esos datos, eso sí, no tienen en cuenta la participación de los votantes en el extranjero. Cuando esta cifra se incluye, la participación suele caer de dos a cinco puntos más (fue de un 71,76% en abril si se incluye ese porcentaje de la población).

En junio de 2016 Mariano Rajoy subió a 137 diputados después de haber obtenido 123 en diciembre del 2015 y haberse repetido elecciones al fracasar su investidura. A Pedro Sánchez, ni el aumento de la abstención ni el bis electoral le han ido tan bien como a su predecesor en la Moncloa.

Cuando se contabilicen las papeletas de los votantes que participan desde el extranjero, ese 69,9% es más que probable que se desplome todavía más y ronde el 66,48% en el que se quedaron las votaciones de hace tres años, disputándose con ellas el farolillo rojo de afluencia a unas elecciones a las Cortes Generales. He ahí no obstante dos notas mentales para ver el vaso medio lleno: a las parlamentarias de Portugal del mes pasado solo acudieron el 48,57% de los votantes (menos de la mitad del censo), y Donald Trump fue elegido presidente de la democracia más poderosa del mundo con una participación del 55,4%.

Aunque se dejaron miles de papeletas por el camino respecto de los comicios de hace medio año, Madrid, la Comunidad Valenciana y Cataluña fueron las que más tiraron del carro de la participación. La primera fue la que mejor aguantó el tipo, superando un más que reseñable 74% (en pasado abril llegó al 79,76%). La segunda acarició el 72% (cuando en el 28-A se situó en un 76,33%) y la tercera incluso superó levemente ese guarismo pese a quedarse lejos del 77,57% de la noche electoral de hace seis meses, un porcentaje que, como el resto, se revisará a la baja con el voto expatriado.

las palabras del ministro / La portavoz del Gobierno en funciones, Isabel Celaá, y el ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, fueron los encargados de dar cuenta ayer por la noche de los datos de participación. El exjuez, en un gesto habitual, quiso agradecer en nombre del Gobierno a todos los que han hecho posible que la jornada electoral se desarrollara con «normalidad».