¿Qué exigirá la posconvergencia, ahora Junts per Catalunya (JxCat) como condición sine qua non para apoyar a Pedro Sánchez si necesita sus votos tras las elecciones? Esta parece convertirse en la pregunta del millón. Y las respuestas varían según quien las pronuncie o donde se busquen. Si el primer día de campaña JxCat se enredó con su propuesta de un salario mínimo catalán, ayer la cuestión gira en torno a las famosas líneas rojas, con las que la candidatura apoyada por Puigdemont trata de marcar perfil frente a ERC. El programa electoral afirma que los partidos que quieran el apoyo de JxCat «deberán escoger la vía del diálogo y la autodeterminación de Cataluña».

¿Se está reclamando ejercer el derecho de autodeterminación? ¿No negarlo? En la intervención de Puigdemont grabada en el mitin del jueves en Manresa, dijo: «No llevaremos un cheque en blanco en el bolsillo cuando vayamos a Madrid, somos los de las garantías para Cataluña, son las líneas que no dejaremos que se pisen, que no son negociables». ¿Qué líneas? Tampoco lo dijo. Se limitó a elogiar la figura del candidato y presidente de la Crida, Jordi Sànchez.

Sepamos, pues, qué dice Jordi Sànchez. Ayer, en una entrevista en el diario Ara, afirmó, sobre las condiciones: «Sin un compromiso de solución dialogada a la crisis y que incluya el referéndum nadie puede esperar el apoyo de JxCat. Cataluña ya ha fiado demasiados a los gobiernos de España».

Parece, pues, que ya tenemos una condición sine qua non: el referéndum. Sin embargo, el propio Sánchez, junto a Josep Rull, Jordi Turull y Joaquim Forn -candidatos y presos por el 1-O- en un artículo en La Vanguardia publicado ayer anunciaban que no habrá «barreras infranqueables si hay buena voluntad de negociar». Y se limitan a pedir al futuro gobierno español que «no niegue el referéndum de autodeterminación como una de las opciones de solución».

Pero cuando ayer mismo se le pregunta a la número dos de Sánchez, la exconsellera Laura Borràs, sobre las condiciones, insiste en las líneas rojas. Y matiza que va a Madrid «no a hablar [de autodeterminación], a ejercer el derecho de autodeterminación» así como «exigir el final de la represión».

También ayer, el número dos de ERC, Gabriel Rufián, pidió que su formación gane los comicios del 28-A en Cataluña para condicionar al PSOE y transmitir al mundo la voluntad de la ciudadanía de celebrar un referéndum de autodeterminación. Dirigentes de ERC visitaron en Soto del Real y en Alcalá de Henares (Madrid) a sus compañeros presos y explicaron ante los medios de comunicación su objetivo de ganar para que el líder socialista, Pedro Sánchez, reedite la mayoría de la moción de censura y no se decante por un posible acuerdo con Ciudadanos.