El PP partía ayer, en Vinaròs, con una baza importante. Y es que el número tres de los populares al Senado por la provincia, Lluís Gandía, es edil del Ayuntamiento y contar con un aspirante local podía jugar a su favor. Nada más lejos de la realidad. Las urnas a quien favorecieron fue a los socialistas, que en la actualidad gobiernan en coalición con un alcalde de Podemos (Tots y Totes Som Vinaròs) y lograron remontar como la primera fuerza de la capital del Baix Maestrat.

En concreto, el PSOE recibió el 30,82% de los votos emitidos (4.317) y suma un 54% más que en los comicios del 2016. Un dato esperanzador para el grupo que tiene en Guillem Alsina como su alcaldable, pese a que resulta imposible extrapolar los resultados nacionales a los locales del 26-M.

JUNTOS NO LLEGAN // En cuanto a sus socios de tripartito, en el caso de Podemos, logró 2.707 sufragios y Compromís, 715. Juntos sumarían 3.422, de manera que se quedarían a 645 del 2016.

El caso de los populares merece un apartado especial, al perder el 41% de los votos. Si hace tres años sumaron 3.890, esta vez fueron 2.277. Con todo, se mantienen como la tercera fuerza.

Respecto a Ciudadanos, ganó 311 papeletas --1.934 ante las 1.623 anteriores--. Por su parte, Vox se acerca a los naranjas tras sumar 1.464. Una cantidad muy destacable si se tiene en cuenta que partía de 31 hace tres años. También son reseñables los 168 de ERPV y Pacma, con 235.