Apenas 12 días después de haber votado en las elecciones autonómicas y generales (que coincidían en la Comunitat por primera vez), Castellón vuelve a estar en campaña. Como en una suerte de déjà vu, vuelve la pegada de carteles, las llamadas a la movilización, los mítines y, por más que suene a tópico, la incertidumbre. Los partidos vuelven a pedir el voto, prácticamente casa a casa.

No es para menos, pues la fragmentación que ya se produjo en muchos municipios en el 2015 crecería con la irrupción de Vox, que presenta listas en ocho localidades. Con estos mimbres, prevén que las mayorías absolutas sean, salvo contadas excepciones, cosa del pasado. A la dificultad de realizar previsiones se suma la inexistencia de encuestas. Los resultados de las autonómicas se pueden utilizar para elaborar un sondeo aproximado, pero los ciudadanos se encargaron de demostrar el pasado 28 de abril una madurez democrática mucho mayor de la que le presupone este ejercicio de política ficción.

Muchos ya se decantaron por partidos distintos en las generales y autonómicas, y a ello hay que añadir que en las municipales entran en juego factores de carácter local imposibles de desentrañar en el trazo grueso.

DOS BLOQUES // Si alguna conclusión se extrae de extrapolar el voto autonómico a las ciudades más grandes es la necesidad de unos pactos que ya facilitaron la creación de muchos gobiernos locales de progreso en el 2015, acabando con la hegemonía del PP. De consolidarse las tendencias, en la mayor parte de municipios habrá dos bloques de izquierda y derecha que pueden jugarse la alcaldía por un solo concejal en muchos casos. Por un puñado de votos, por lo que la movilización es clave sobre todo para una izquierda que el 28-A votó en masa y concentró el voto útil en el PSOE, cuya fortaleza también se medirá.

EL FUTURO DEL ‘PACTE DEL GRAU’ // Ejemplos de ese empate técnico son Burriana, Almassora o Castelló. En la capital, esa siempre arriesgada simulación de resultados podría posibilitar un vuelco en la alcaldía, puesto que el PP y Ciudadanos contarían, con el apoyo de Vox, con 14 ediles, por 13 de los socios del Pacte del Grau. El escenario no puede estar más abierto al inicio de una campaña en la que también hay factores cuyo impacto es difícil de calcular a priori, pero que podrían influir en la decisión de los votantes, como el peso en las urnas la crisis interna de Ciudadanos.

Otra cuestión importante (no solo para la capital, sino también en el resto de la provincia) es hasta qué punto el PP se recupera o no de los malos resultados del 28-A. En la cita autonómica, los populares perdieron 20.000 votos en Castellón, pero el partido que preside Miguel Barrachina plantea la próxima contienda como una suerte de segunda vuelta. Para frenar un posible sorpasso de Ciudadanos y el ascenso de Vox, presentan como principal aval una potente estructura que le convierte en el único partido con candidaturas en los 135 municipios. De hecho, sin acudir a las urnas ya tiene garantizada la alcaldía en nueve pueblos del interior.

las claves locales // Si hay algún municipio donde el voto en clave local decanta de forma evidente la relación de fuerzas ese es Vila-real, donde José Benlloch consiguió en el 2015 una mayoría absoluta que le diferenció del resto de ciudades de más de 20.000 habitantes, donde fueron necesarios acuerdos. Aunque la traslación de los números de las elecciones a Les Corts supondrían que Benlloch no revalidara el resultado de hace cuatro años, más difícil parece pensar que no pueda gobernar de nuevo en su Ayuntamiento a través de pactos y con el apoyo de Compromís y Podem (no necesariamente de ambos).

El resultado en la capital y Vila-real, pero también el que se pueda dar en las comarcas rurales, será clave para resolver la batalla de la Diputación, que en los últimos cuatro años ha sido el último bastión de poder de un PP que tiene claro que no repetirá la mayoría absoluta, pero que no renuncia a mantener el gobierno provincial con pactos. La institución es también una pieza codiciada por los partidos de izquierda, a los que se le resistió en el 2015 pese a ganar en las localidades más pobladas.

LA IMPORTANCIA DE LA RED // Con este escenario, la campaña arrancó ayer (también la de las elecciones europeas, aunque estas queden en segundo plano) con la pegada de carteles y sigue hoy con la primera visita de un dirigente de ámbito nacional a la provincia. La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, arropará en un mitin a la alcaldesa y aspirante a la reelección en la capital, Amparo Marco. Más allá de los actos físicos, la búsqueda del voto se traslada en los próximos días también a las redes, un escenario donde hasta ahora mandaban los partidos emergentes pero donde también los tradicionales se han puesto las pilas en los últimos meses.