La práctica totalidad del equipo de campaña del Partido Popular de Peñíscola reconocía en privado, en las fechas previas al 26-M, que obtener seis actas de concejal «podría venderse como un magnífico resultado», ante el desgaste de tantos años en el poder y la fuerza de sus contrincantes. Finalmente, los populares conservaron sus siete ediles, con lo que la candidatura encabezada por Andrés Martínez encadenó su quinta mayoría absoluta. De este modo, la ciudad circula a contracorriente frente al auge del Partido Socialista en la provincia.

Para el reelegido alcalde, la clave de su triunfo fue «trabajar, explicar la gestión y estar cerca de la gente». «Hemos ido casa por casa a contar nuestro programa y escuchar de los vecinos sus críticas por todo aquello en lo que nos hemos equivocado», detalla.

Otro de los aspectos apuntados es la renovación de la candidatura. «Somos un grupo de 23 personas, pero en los puestos de salida solo repetíamos tres. Relevar a gente que ha hecho una gran labor en estos años fue difícil, pero creíamos que había que dar un impulso con la incorporación de nuevas ideas e independientes», comenta. En los próximos días los integrantes del futuro gobierno municipal se reunirán para el reparto de áreas de gestión, una decisión «que todavía no está cerrada», según puntualiza.

El larguísimo recuento del domingo --no concluyó hasta pasada la 1.00 de la madrugada-- también arrojó un dato anómalo en comparación al resto de municipios. Un incremento de la participación de casi cuatro puntos respecto a los comicios locales de hace cuatro años. «Pensamos que hemos conseguido movilizar a la gente y hemos demostrado que no es quien más descalifica a su adversario el que se lleva más votos», incide. A partir de ahora, tiene el reto de gestionar el día a día, con las demás administraciones, que tendrán gobiernos con otras siglas políticas.