La noche electoral fue de caras largas en Compromís, al menos en Castellón. El crecimiento del PSPV-PSOE, que volvió a convertirse en el gran partido del centro-izquierda de la provincia, pasó factura a una coalición valencianista que, no obstante, será decisiva en la gobernabilidad de municipios tan importantes como Castelló, Burriana, Almassora o Vinaròs. Además, mantendrá alcaldías de cierto peso que ya ostentaba con mayoría absoluta como Betxí o Borriol.

Con todo, perdieron 8.000 votos con respecto a las municipales del 2015 en el conjunto de la provincia, pese a que presentaron más listas que en aquella ocasión.

En todas las ciudades grandes de la provincia el comportamiento de Compromís fue similar. En todas ellas perdió apoyos y en muchas de ellas perdió un concejal, como en el caso de Castelló y Vilareal. También encaran la próxima legislatura con un edil menos en plazas clave como Burriana, la Vall d’Uixó o Vinaròs. X.P.