Abelardo Zaragoza, número 1 de la candidatura del Partido Popular de la Vilavella, que el sábado no acudió al pleno facilitando así la elección de Manel Martínez (PSPV-PSOE) como alcalde, confirmó ayer a Mediterráneo que tomará posesión de su cargo en el próximo pleno del Ayuntamiento, que será convocado antes de acabar el mes de junio para aprobar la distribución de las distintas delegaciones municipales.

Esta era la duda principal que se desprendía de su polémica decisión de no acudir a la sesión de investidura, frustrando el pacto de gobernabilidad que ya había firmado su agrupación con Independents per la Vilavella y que, según ha podido saber este periódico, pasaría por conceder la alcaldía los cuatro años a Carmen Navarro (IxLV) y relegar a quien había sido su candidato al segundo lugar de su grupo municipal, al no estar de acuerdo con esta cesión a quien solo tiene dos ediles, frente a los cuatro de su lista.

Así, al menos, lo dejó ver el afectado, en un mensaje enviado a sus compañeros de partido: «Si en el PP no me quieren ya de uno, de dos va a ser que no. Mi carrera en el partido está acabada».

FUTURO INCIERTO / A falta de saber qué hará el Partido Popular con quien fue su candidato --la posibilidad más lógica sería su expulsión--, Abelardo Zaragoza no va a ceder su lugar en el pleno. «El acta de concejal es personal y no renuncio a ella», aseguró en el mismo mensaje en el que anunciaba que no iría a la investidura.

Ante esta inesperada tesitura, el PP no tardó en reaccionar, señalando hacia quien se ha beneficiado del abandono, Manel Martínez, a quien llegaron a acusar de, supuestamente, haber «comprado» la voluntad de Zaragoza. El afectado fue tajante al negar de forma taxativa esa posibilidad. Defendió que fue el primer sorprendido y apuntó a que lo sucedido evidenciaría los problemas internos de los populares.