Los Stark, Lannister, Targaryen, Baratheon, Greyjoy o los Caminantes Blancos pusieron fin a sus peripecias la semana pasada, en un discutido broche para Juego de Tronos. A falta de polemizar sobre la exitosa serie de televisión, de la cual muchos no han visto ni un solo capítulo, llegó el 26-M. Un Juego de Tronos de los que interesan de verdad, el de los pueblos de la terreta. De extremo a extremo del tablero geográfico castellonense, los resultados dejaron historias por contar, con sorpassos, cambios de gobierno, consolidación de hegemonías y sorpresas.

En el norte, el rey sigue siendo el PSPV, gracias a victorias holgadas en Vilafranca, Morella y Forcall, aunque agrupaciones independientes les dejaron heridas que, en algún caso, fueron profundas, perdiendo, entre otras, Todolella --donde un edil se decidirá por sorteo en la Junta Electoral-- y la Mata.

En Villores, los socialistas llevaban en la alcaldía desde el inicio de la democracia. Viu Villores, con dos jóvenes al frente, modificaron el signo político. La anécdota la protagonizó el PP, quien llevaba a Ana María Molinos como alcaldable. No sumó ni un voto y, de hecho, ni la propia aspirante se votó a sí mismo. Cinctorres fue el Aquiles del PSPV en Els Ports, donde Toni Ripollés perdió la alcaldía que ostentaba desde el 2003 y su partido desde hacía 32 años, para cederla a Mireia Mestre, de Agrupació per Cinctorres, por 20 votos de diferencia. Donde nadie se quedó en casa fue en Castell de Cabres. Por una papeleta, con el 100% de participación, María José Tena (PSPV-PSOE) será alcaldesa tras dos mandatos del PP.

Hegemonías y vuelcos

Un poco más abajo, en el Alt Maestrat, el PP confirmó su liderazgo en localidades como Culla, donde ganó todos los ediles en disputa, Benassal, Catí o Tírig. El vuelco se produjo en Albocàsser, donde los populares perdieron el sillón de alcalde que ocupaba Antonio Querol desde 1991, con sonado triunfo socialista, formación que también ganó en Ares.

En el Baix Maestrat, Rossell, Traiguera, Sant Mateu, Càlig o Cervera confiaron en el partido del puño y la rosa, mientras que Canet lo Roig seguirá en azul, al igual que Sant Jordi o Xert.

La Plana Alta dejó veredictos de las urnas que ensalzaron a Mònica Nos como munícipe de les Coves de Vinromà, tras presentarse hace 4 años por el PSPV. Esta vez lo hizo por su propia formación, con mayoría absoluta de 6 ediles. En Cabanes, la socialista Virginia Martí fue capaz de romper la sopa de letras de la localidad y podrá gobernar en solitario, tras compartir bastón de mando con Compromís. Marta Barrachina (PP) mejoró sus resultados en Vall d’Alba, al igual que el popular Vicente Pallarés (Moró). Borriol reafirmó su confianza por Compromís, a pesar de que Silverio Tena dio un paso a un lado, concretamente a Les Corts, pero Héctor Ramos consolidó los resultados de los nacionalistas.

En Alcalatén, Useres, Llucena, Figueroles, Costur o Benafigos, donde el futuro alcalde, el baritono Pedro José Quiralte, prometió que el municipio será libre de gluten, el PP mantuvo su hegemonía entre los vecinos.

En el Alt Millars, Luis Rubio arrasó en Villahermosa del Río, obteniendo los siete concejales en disputa. Cortes de Arenoso está pendiente de un pacto y de una decisión de la Junta Electoral por un empate entre VCSVT y PP. Cirat será socialista, al igual que Zucaina. En Arañuel, el PSPV se quedó a 3 sufragios de volcar el poder popular, recordando que en el 2015 el PP logró 5 ediles por 0 del PSPV.

Ya más al sur, en la Plana Baixa, Artana y la Llosa seguirán en manos del PP, pero en Eslida PSPV y Compromís podrán pactar. Y en el Alto Palancia, los populares fueron los más apoyados, entre otras tantas historias del Juego de Tronos local.