Una de las investiduras más anómalas y rocambolescos de toda la geografía nacional tuvo lugar en Jerez de los Caballeros, un municipio de Badajoz con cerca de 9.000 habitantes, donde el candidato de Podemos, Juan Carlos Santana, fue proclamado como alcalde gracias a los votos de PP y Ciudadanos, desbancando así al PSOE, que ha gobernado en la localidad durante los últimos ocho años y que fue la fuerza más votada en el 26-M.

Los socialistas, que se quedaron a dos votos de la mayoría absoluta, mantuvieron sus seis ediles, mientras que el PP fue el segundo partido con más apoyos con cuatro (uno menos que en 2015), Cs pasó de uno a dos y Podemos se quedó igual, con un concejal, el propio Santana, quien a la postre acabaría logrando la vara de mando.

En el acto de constitución de la corporación, que se desarrolló en un ambiente de crispación, las tres fuerzas consumaron el acuerdo después de que Podemos anunciase que se votaría a sí mismo en el pleno por ser «la mejor» opción para luchar contra «la situación de emergencia democrática» que arrastra el consistorio.

Tras esta decisión e intentas negociaciones, los tres partidos sellaron un pacto para hacer alcalde a Santana, con las candidatas de PP y Cs repartiéndose dos tenencias de alcaldías. EFE