Cuatro años más de Ernestina Borrás al frente del Ayuntamiento de Càlig. Esa es la rotunda conclusión que dejó anoche los resultados electorales en este municipio del Baix Maestrat, donde el PSOE revalidó de nuevo la mayoría absoluta y seguirá tiñiendo la alcaldía de color rojo durante la próxima legislatura. Al igual que en los comicios del año 2015, los socialistas lograron seis escaños (la mayoría está en cinco), pero esta vez reforzaron aún más su hegemonía, pasando de 587 votos y un 55,17% de apoyo a cosechar 671 y un 65,15% en la jornada electoral de ayer.

La candidatura encabezada por Borrás no dio opción al resto de fuerzas políticas que se presentaban a las elecciones, en las que los dos partidos de derecha se resignaron a competir por quién lideraría la oposición. El gato al agua y, por tanto, segundo fuerza más votada sería el PP, que pese a no llegar a la alcaldía, mejoró sus registros respecto a hace cuatro años. Los populares de Càlig, con Óscar Robles en cabeza, lograron un escaño más --de dos a tres-- e incrementaron en 130 el número de papeletas, de las 192 del 2015 a las 322 de esta convocatoria.

Esta mayor confianza que les han prestado los vecinos del municipio les ha permitido catapultarse a la segunda posición, después de que en las últimas municipales el PP quedara tercero por detrás de Compromís.

La tercera posición fue a parar esta vez a Ciudadanos, que en el 2015 no presentó candidatura, lista que cosechó 25 votos y un 2,43% de la confianza, aunque no le sirvió para conseguir escaños.

En estas municipales la participación ha caído un 1,5% en Càlig, ya que 43 personas menos (1.081 este año) fueron ayer a votar.