«Las espadas políticas están en alto; las encuestas, las conocen bien; y, como se dice en fútbol, queda mucho partido por jugar». Así reflejó el director de Mediterráneo, José Luis Valencia, la actual coyuntura de campaña electoral que atraviesa Castellón, en un año en el que «va a haber dos asaltos, el de las elecciones, y luego, el de la gobernanza, mediante pactos y acuerdos». En su intervención, recordó que la provincia tiene «unas necesidades que competen a las administraciones públicas y, por tanto, serán responsabilidad de quienes nos gobernarán en breve». Un capítulo en el que citó la urgencia, para la sociedad castellonense, de «no eternizar el corredor mediterráneo, los accesos al puerto, el área logística y la estación intermodal; impulsar el aeropuerto, el AVE y la autovía interior, inacabada».

Y más deberes. Valencia reflexionó sobre «el momento de ralentización económica» y, frente a dicho hándicap, puso sobre la mesa la necesidad de Castellón de disponer de más herramientas: «Acelerar inversiones en infraestructuras e investigación, otro modelo de financiación que no nos penalice terriblemente o la reforma de la FP para adaptarla a la economía real». Además, alertó «del grave riesgo de la despoblación del interior» y animó a «pelear más por el empleo».

Frente «al tuit o whatsapp de turno, o la intoxicación de noticias falsas», puso en valor el rigor de Mediterráneo, «libre e independiente», en su edición en papel, digital y redes sociales, y avalado por «95 años de historia como Diario de Castellón y 80 con la actual cabecera».