Aima, empresa que nació hace más de dos décadas en Castelló, es toda una especialista en la elaboración y distribución de rosquilletas y snacks artesanos. La firma estrenó el año pasado unas nuevas instalaciones (calle Bulgaria, naves 19, 20 y 21, en el Polígono Autopista Acceso Sur de la capital de la Plana) con el objetivo de seguir afianzando su posición de referencia en el sector de la alimentación en la provincia.

Desde sus inicios, la empresa ha dedicado sus esfuerzos a ofrecer un producto, elaborado con las mejores materias primas y, como señala el responsable de la misma, Pedro Jovaní, «en esta misión juegan una labor muy importante nuestros empleados, que ponen todo su cariño en la elaboración para lograr otorgar a las rosquilletas esa cualidad que las hace inconfundibles, las rosquilletas de siempre». En este sentido, cabe señalar que actualmente 23 profesionales conforman la plantilla de Aima y su trabajo ha sido esencial para lograr esa consolidación comercial.

Desde el 2005, se afianzó como marca líder en ventas y calidad en la provincia de Castellón y, con el paso del tiempo, ha ido ampliando su red, pasando de una distribución local a una autonómica. Y, a partir del 2007, dio el salto al mercado nacional. En esa progresión, desde hace ya varios años, Aima comercializa sus productos en diferentes países de Europa.

todas las vías

La empresa castellonense distribuye sus productos a restaurantes y cáterings, y también los comercializa en establecimientos como cafeterías, quioscos, panaderías, charcuterías, fruterías e incluso a hipermercados, ya que están presentes en El Corte Inglés y Carrefour. A ello se ha unido en los últimos tiempos la venta a través de su página web. «Tanto si comercializan nuestros productos de manera profesional, como si son para particulares, hemos habilitado esta nueva vía on line con el fin de facilitar a los clientes su compra», argumenta Jovaní.

En la actualidad, la oferta de productos de Aima abarca las rosquilletas normales, sin sal, las integrales, las de pimentón, las de queso, con frutos secos y las bañadas en chocolate, entre otras. De esta forma, todos ellos forman una variedad muy completa de productos, siempre con un sabor tradicional y auténtico, fruto de la elaboración artesanal y su fabricación diaria. Todas ellas se sirven empaquetadas y, en algunos casos, se ofrecen en formato alargado o minis.

«Nuestros valores añadidos son la calidad y la imagen. Utilizamos las mejores materias primas y le damos forma gracias a los maestros panaderos. Siempre intentamos adaptarnos a los nuevos tiempos», señala Jovaní, quien agrega que «con la inversión realizada el año pasado con la nueva sede, para este 2020 nuestro objetivo es seguir ofreciendo lo mejor de nosotros mismos y, como principal acción a corto-medio plazo, nos centraremos en potenciar las redes sociales», finaliza Jovaní.