El alto coste de la energía, pero también la voluntad de trabajar de manera lo más sostenible posible en un momento en el que el reto del cambio climático está en el eje incluso de las políticas públicas, acrecienta el interés del sector azulejero por utilizar sistemas de autoconsumo industrial y se espera que este 2020 nuevos proyectos se sumen a los pioneros más significativos materializados en el ejercicio que acaba de concluir, Pamesa y Ceracasa.

En el caso de la primera, tal y como explicó su presidente, Fernando Roig, a Mediterráneo, la planta fotovoltaica más grande de Europa ya está en marcha, de modo que el autoconsumo permite a Pamesa un ahorro de entre 12 y 13 megavatios, con la previsión que se manejaba recientemente de que la instalación estuviera al 100% de funcionamiento para el cierre del año. Roig considera que «apostar por el autoconsumo puede ser interesante para las empresas porque la inversión queda amortizada en un periodo de entre cinco y seis años; y tras el gasto inicial prácticamente no hay mantenimiento».

El proyecto de la firma alcorina Ceracasa, que ya es una realidad, es otro ejemplo de la apuesta por la eficiencia con la puesta en marcha de una planta solar de autoconsumo. Arrancó a finales del mes de febrero, cuando Ceracasa optó por suscribir un acuerdo de colaboración con la empresa Elektrosol tras estudiar varias propuestas. La inversión que ha supuesto la planta es de alrededor de 250.000 euros y se han instalado un total de 1.100 placas solares en la cubierta de la empresa azulejera.