Once socios internacionales encabezados por la empresa castellonense Facsa, y en entre los que se encuentra el Instituto de Tecnología Cerámica (ITC) de la UJI, el laboratorio Iproma de Castellón o el Consejo de Cámaras de la Comunitat, pretende desarrollar y validar un biorreactor de membranas cerámico --MBR-- que es una de las fórmulas más avanzados que se conocen en el tratamiento de las aguas. Este sistema permite la reutilización de las aguas residuales en entornos urbanos e industriales.

El proyecto, que se denomina Remeb y viene amparado por el programa europeo Horizonte 2020, tiene como gran novedad la incorporación de diferentes residuos agroindustriales en la composición de las membranas cerámicas, lo que permitirá reducir costes operativos, además de las ventajas medioambientales que conlleva.

Remeb está compuesto por un equipo multidisciplinar procedente de siete países y a lo largo de esta última semana se ha presentado ante organismos comunitarios en Bruselas de la mano de la Diputación Provincial de Castellón y bajo el amparo de la asociación Partenalia, que dirige el presidente provincial, Javier Moliner. Durante su estancia en la capital belga, los promotores han tenido la ocasión de dar a conocer el proyecto, además de los importantes avances, que serán validados en la estación depuradora de Aledo, en Murcia.