El cultivo de cítricos en Castellón pasa por un periodo de vaivenes, marcado en la anterior temporada por una sobreproducción y una grave pérdida de rentabilidad que obligó al sector a salir a la calle para reivindicar su futuro. En cambio, la actual campaña está marcada por una recuperación de los precios, pero a costa de un descenso de producción de cerca del 40%. A pesar de ello, los datos de exportación revelan que las ventas muestran una gran fortaleza, especialmente en el principal mercado de los agrios cultivados en la provincia: los países de la Unión Europea.

Según los datos del Instituto de Comercio Exterior (Icex), el ritmo de exportaciones de cítricos desde Castellón hacia el continente se mantiene en una facturación de 524,6 millones de euros, en el periodo comprendido de enero a noviembre del pasado año. Una cifra que se acerca mucho a la obtenida en el conjunto del 2018, que recoge también diciembre --uno de los meses de mayor actividad-- y que fue de 660 millones.

Solo un dato muestra la importancia del conjunto de países del continente: el 93,7% de todo lo que exporta Castellón se destina a estos estados. De forma más específica, el 70% del total corresponde a los territorios de la zona euro, mientras que el 23,6% comprende al resto de integrantes del club comunitario.

RESISTENCIA

Los números revelan que las ventas desde la provincia logran resistir, a pesar de la fuerte competencia procedente de terceros países, como Sudáfrica. Las comercializadoras castellonenses han sido capaces de aprovechar la menor producción de los competidores, por lo que ha podido vender prácticamente toda la fruta cultivada, y con un incremento de precios por el aumento de la demanda. En este sentido destaca el comportamiento de la clemenules, que durante la reciente época navideña tuvo unas buenas ventas. Esto llevó a adelantar la recolección de variedades tardías de mandarinas para no desabastecer a los mercados europeos y, por tanto, anticipar hasta diez días el desarrollo de la segunda parte de la temporada.

Respecto a las modalidades, para atender la demanda se recogieron con anticipación otros tipos de mandarinas de autor, como la nadorcott o la tango. También hubo un avance en el caso de la hernandina, y la sando.

DESTINOS

Los países que consumen más cítricos de la provincia siguen siendo dos de los principales ejes de nuestro continente: Alemania y Francia. Especialmente los primeros, con un resultado de 146,5 millones de euros en los primeros 11 meses del 2019, con lo que alcanza la cuarta parte del total. En segunda posición se halla Francia, con casi 94 millones. A pesar de mantenerse en este puesto, se detecta una disminución de las ventas, por lo que la Generalitat ha iniciado una campaña de difusión en algunas de las principales ciudades galas.

El tercer destino es el Reino Unido, si bien apenas supera los 60 millones de euros facturados, cuando en ocasiones anteriores llegó a rozar los 80. Aún así, desde el 2018 desbanca a los Países Bajos, en cuarto puesto, y donde se manejan unas cifras similares a las de los británicos. Cara a la próxima anualidad habrá que estar atentos a las consecuencias del Brexit, y el efecto que la letra pequeña del abandono de los británicos del mercado común puede generar en forma de la imposición de aranceles o acuerdos singulares de comercio, tanto con España como con otros países productores de cítricos.

RETOS

Además de este problema en el propio continente, en el futuro se barajan nuevos horizontes en el terreno de las exportaciones agrícolas. Uno de ellos es la penetración en otros mercados. Hace años se dejó de comerciar con Rusia, y esta temporada no se ha logrado vender a los Estados Unidos, debido a la subida de los precios que los aranceles de la administración Trump causa al consumidor final. En un año de producción limitada no se ha echado en falta, pero hay incertidumbre en el caso de que haya más toneladas en el mercado.