El pasado 15 de noviembre, dos veteranas con más de 50 años de ejercicio profesional fueron nombradas colegiadas de honor por parte del Ilustre Colegio Oficial de Procuradores de los Tribunales de Castellón. Es más, Lía Peña fue la primera procuradora de la provincia. Ambas cuentan todavía con despacho propio en la capital de la Plana, donde, a día de hoy, cinco décadas después, continúan atendiendo a sus clientes y miran expectantes la evolución de su labor. Mª Angeles D’Amato nos desgrana los valores de su profesión y su visión tras toda una vida dedicada a ella.

-E. C.: ¿Considera su labor desconocida pese a las reformas que potencian su figura en la Administración de Justicia?

-Mª ÁNGELES D’AMATO: Pues en cierto modo sí. Piensa que al principio de dedicarme a esto nuestra función era representar al cliente como actualmente, pero con muchas menos funciones. No se necesitaba la carrera de Derecho para ejercer de procurador pero luego fue condición imprescindible para darse de alta, pues había que tener muchos conocimientos de la ley para estar al tanto de todas las modificaciones y poder llevar a cabo bien tu función; incluso había exámenes para acceder a la profesión.

-E. C.: ¿Puede decirse que la igualdad entre hombres y mujeres ha llegado a la justicia?

-Mª A. D.: En lo que se refiere a nuestra profesión, absolutamente sí, en otros ámbitos aún queda mucho recorrido. Falta tiempo para que se deje de hablar de igualdad. Cuando llegue ese día es que se habrá conseguido.

-E. C.: ¿Considera, desde su experiencia, que está reconocida la labor del procurador?

-Mª A. D.: Desde mi opinión personal, sin duda alguna.

-E. C.: ¿Cuál es la asignatura pendiente del procurador?

-Mª A. D.: A estas alturas, no creo que haya ninguna asignatura pendiente como tal. Pero esto es una opinión personal, ya que creo que nuestra profesión es de inmediatez, tenía que ejercerse dentro de tu comunidad como mucho, pero hay una ley por la cual todos los procuradores pueden ejercer en todo el territorio nacional y, para lo que implica nuestro trabajo, no lo encuentro operativo, y esto nos ha perjudicado mucho.

-E. C.: ¿Cree que su profesión está cambiando?

-Mª A. D.: Pues sí, con la digitalización de la justicia tenemos más funciones en cuanto a las ejecuciones de sentencia, participando en el portal de subastas, requerimientos y más diligencias que serían demasiado largas de enumerar.

-E. C.: Y, por último, ¿cómo valora que la hayan distinguido con este reconocimiento y la hayan nombrado colegiada de honor?

-Mª A. D.: El valor que yo le doy y lo agradezco es porque llevo cincuenta años en esta profesión, con una trayectoria intachable, y siempre te hace ilusión que te reconozcan tu trabajo y lo agradezco de corazón.