Los 220 millones de euros que suponen las ventas de baldosas cerámicas españolas, castellonenses en su mayor parte, en el 2018 definen el primer atractivo de un enorme mercado en el que la facturación del sector ha crecido hasta un 161%. Es el segundo cliente más importante de una industria que espera convertirlo pronto en el primero, a pesar de la competencia de otros materiales, en algunos casos pujante, como el vinilo.