El miércoles comienza Fruit Logistica, la feria agroalimentaria más importante de Europa y, como cada año, Messe Berlin vivirá un desembarco de firmas castellonenses. Al frente de los responsables de los comercios y cooperativas provinciales que viajan a la capital alemana estará una vez más Jorge García, presidente de la patronal provincial de exportadores. Al frente de Asociex, García aborda las posibilidades con que se encara el certamen berlinés.

-RAMON OLIVARES: Una quincena de empresas viajan con Asociex a Fruit Logistica. ¿Cuáles son sus perspectivas?

-JORGE GARCÍA: Siempre se va con la mejor predisposición posible, pero después habrá que ver cuál es la realidad. Entre las empresas hay mucho interés y también muchas ganas de intentar encontrar algún cliente nuevo.

-R.O.: ¿Esta es una necesidad para las empresas de Castellón? ¿Necesitan clientes nuevos? Porque parece que los mercados tradicionales tiran lo suficiente de la demanda...

-J.G.: La gran mayoría de las empresas necesitan clientes nuevos. Como todo en la vida, hay que ir tratando de mejorar. Es necesario para mantener la rentabilidad de las compañías.

-R.O.: ¿En qué mercados tiene posibilidades de crecer la fruta castellonense? ¿Cuáles son los países en que ustedes ponen el foco en Fruit Logistica?

-J.G.: Estamos hablando de clementinas y, de ellas, la gran mayoría son clemenules: es complicado salir de los mercados tradicionales porque la fruta no aguanta viajes largos. En cuanto a naranjas, se está abriendo bastante el mercado asiático, que empieza a tomar fuerza; y hay algunos países en África y Sudamérica donde se comienza a hacer cosas hasta que empiece la fruta del otro hemisferio. Donde más fuerza está tomando, aunque poco a poco, es en los países asiáticos, sobre todo en China.

-R.O.: ¿Dónde se reúnen con estos clientes potenciales?

-J.G.: En el mismo estand de Asociex tenemos mesas reservadas para cada una de las 15 empresas que participan en la expedición. También hay unos pequeños despachos. Allí nos reunimos y hablamos.

-R.O.: En los tres días que dura la feria, ¿consiguen cerrar acuerdos de venta?

-J.G.: Alguna vez sí, aunque otras hacemos de relaciones públicas: nos tomamos una cerveza y hablamos de todo un poco con clientes que son habituales, algunos de muchos años con los que incluso tienes una relación de amistad, que mantienes en parte gracias a los días de feria.

-R.O.: Imagino que son relaciones laborales de décadas...

-J.G.: La mayoría son clientes tradicionales. Hay algunos con los que trabajamos desde hace más de 50 años. Entre ellos hay cadenas de supermercados, distribuidores, importadores,... de todo.

-R.O.: Con ellos habrá una relación muy estrecha, ¿no?

-J.G.: Tenemos incluso relación de amistad. En ocasiones hemos enviado a nuestros respectivos hijos a casas de los otros, o bien porque sus hijos quieren aprender castellano o porque los nuestros quieren conocer su idioma. Al final la relación comercial, cuando dura tantos años, tiene muchos condicionantes.

-R.O.: ¿Y cómo se negocia en esta situación?

-J.G.: Ellos defienden sus intereses y nosotros los nuestros. Y después está el precio, que lo marca el mercado.

-R.O.: Hablando de precios, ¿cómo han sido los de la primera parte de la campaña?

-J.G.: Al final se ha aprovechado mucha fruta y se ha exportado prácticamente lo mismo que el año pasado. La demanda ha estado bien, pero sin ser nada del otro mundo y los precios han sido un poco mejores. Cuesta mucho subirlos. Los compradores han visto que no tenían dificultad para suministrarse y han mantenido las promociones.

-R.O.: En Berlín se van a encontrar con países competidores. ¿Cuáles son los más duros en la segunda parte de la campaña?

-J.G.: A partir de ahora empieza Marruecos, con sus nadorcott; Egipto, con las valencia late, que cada año tienen más; como toda la cuenca mediterránea con las naranjas de segunda temporada. Así como con clemenules y navelina la competencia se limita a Marruecos, en la segunda parte de la campaña entra más gente en la partida. Y, con los costes de aquí, nos genera inquietud.