La gran asignatura pendiente del sector azulejero castellonense sigue siendo la de conseguir mejorar sus precios medios de venta. La industria italiana vende sus productos a unas tarifas medias de unos 13 euros el metro cuadrado, mientras que en el caso de las propuestas cerámicas de Castellón rondan los 6,50 euros/m2, es decir, la mitad justo, muy cerca de los poco más de 5 € de los fabricantes chinos.

Un escenario competitivo que, por otra parte, le ha permitido cerrar el año con 3.300 millones de € de ventas.

La explicación hay que buscarla en que los empresarios cerámicos españoles son especialistas en optimizar al máximo el funcionamiento de sus plantas, poniéndolas a pleno rendimiento y fabricando muchos metros, para rentabilizar costes y sacar la máxima productividad posible.

Pero si los costes se incrementan, los márgenes, ya de por sí estrechos, se agotan. O podrían entrar en pérdidas.

«Cada empresa tiene una estrategia distinta. Eso es algo que debe definir cada una de ellas», apuntan desde Ascer, cuyo presidente, Isidro Zarzoso, sí que ha animado a los empresarios de su ámbito a pelear más los precios, para que sean más equiparados a su nivel de calidad, diseño y prestaciones técnicas.

APUESTA POR LA I+D

El presidente de Anffecc, Miguel Ángel Michavila, afirma: «No somos nosotros los que debemos decir cuál es el camino que deben de llevar el sector cerámico, pero sí parece lógico pensar que cada vez hay más fabricantes en el mundo, por lo que el diferenciarse y proporcionar al mercado productos de alta gama y con nuevas características es un buen camino», a pesar de que hay margen para «seguir mejorando la productividad y calidad de fabricación».