Todas las previsiones hacían indicar que el 2019 iba a ser un año complicado para Castellón en materia de exportaciones. Pero si bien está claro que ha habido una desaceleración en la economía, a la que la provincia no es ajena, lo cierto es que las empresas han logrado mantener el tipo y cerrar el ejercicio con datos menos negativos de los que se esperaban. Cara al año que viene, las expectativas son muy similares, con crecimientos que a lo sumo llegarán al 2%, lo que significa que la provincia se comportará mejor que otros territorios en un contexto de clara ralentización.

Es el pronóstico emitido recientemente por la Cámara de Comercio, pero también el del último informe del BBVA Research y el de la patronal azulejera Ascer, dado a conocer esta semana. Una buena noticia para casi 4.000 empresas castellonenses que venden sus productos fuera de territorio nacional, aunque de forma habitual (lo ha hecho al menos en los últimos cuatro años) son 1.232, una cifra un 1,1% mayor que en el 2018.

Recuperación

Al margen de que finalmente se cumplan o no estas previsiones, parece que la amenaza de una ralentización profunda se desvanece. Este año, los certificados de origen de las exportaciones -solicitudes que realizan las empresas de Castellón a la Cámara para vender fuera de Europa-- cayeron más del 20% en enero, pero tras una muy flojo primer semestre, las ventas se recuperaron y el ejercicio finalizará con un descenso solo del 3%. Todo ello gracias a un «dinamismo» de las empresas que la presidenta de este entidad, María Dolores Guillamón, cree que tendrá continuidad durante el 2020.

Tampoco presenta un panorama de excesiva desaceleración el último estudio del BBVA Research, que dibuja un panorama sin excesivos cambios respecto a este año. Desde la entidad consideran a Castellón «mejor preparada que en otros episodios para afrontar un entorno de menor crecimiento», en parte porque el endeudamiento de las empresas ha disminuido bastante.

El informe pone en valor la fortaleza del sector cerámico. Y es que en BBVA Research aseguran que aguantara las dificultades mejor que otros segmentos industriales, pesar de que la actividad del azulejo se ha visto afectada por temas como el brexit o los aranceles de terceros países.

La cerámica, como explicó el viernes el presidente de Ascer, Vicente Nomdedéu, ha logrado crecer en el 2019 hasta un 3%, impulsado sobre todo por la exportación (2.700 millones de facturación en mercados extranjeros), y superando expectativas que a principio del año eran mucho menos halagüeñas.

EXPECTATIVAS

Cara al año que viene, la previsión es seguir creciendo, pero a un ritmo menor, ante una desaceleración que es «una realidad», indicó Nomdedéu. En todo caso, las esperanzas de las empresas están puestas en Estados Unidos, donde el azulejo creció un 11% hasta septiembre. De hecho, indicó el presidente de Ascer, es posible que se convierta en el principal cliente extranjero, por delante de Francia.