La firma Colorificio Cerámico Bonet (CCB) ‘volverá a la vida’, aunque no en su histórica planta de Ribesalbes, si no a través de las instalaciones de Salquisa en Cabanes, en un proceso de compraventas en el que también está incluida la división europea de la china Wanxing.

Detrás de la operación estaría el jeque Khaleb Bagedo, propietario del grupo árabe Kab Holding, que se habría visto forzado a variar su estrategia inversora después de no haber conseguido finalmente el control de la factoría industrial que la esmaltera castellonense, según las informaciones que ha podido recabar el periódico Mediterráneo de fuentes conocedoras de la operación. Por su parte, la dirección de la nueva compañía, consultada por este rotativo, declinó hacer ningún tipo de declaración.

En junio del 2014, Mediterráneo publicaba en exclusiva que un inversor de origen saudí, con sede en Jeddah, y que es propietario de la firma Dar Ceramics, se hacía con las filiales de Colorificio Cerámico Bonet, fundada en 1957, en proceso concursal en abril del año 2012.

El importe de la operación fue de unos 6 millones de euros, cantidad que le dio derecho a quedarse con las filiales de CCB en China, Sudáfrica y Portugal --unos 3 millones de euros--, así como las de México y Argentina --otros 3--. También se hacía con la maquinaria de Ribesalbes --12 hornos-- y de la propiedad industrial --marca, patentes...--.

Quedaba fuera de la operación el complejo industrial y sede administrativa de la empresa, al considerar los bancos acreedores que la cantidad de 500.000 euros ofrecida en la puja era insuficiente, cuando la deuda financiera, y que en buena parte sirvió para impulsar la expansión internacional de Bonet, era de 18 millones de euros.

Durante todo este tiempo, varios han sido los intentos por parte del grupo inversor árabe de llegar a un acuerdo con el ‘pool’ de bancos acreedores, aunque ninguno de ellos ha fructificado. Según ha podido saber este rotativo de fuentes próximas al proceso de subasta de bienes, “el 20 de enero” de este mismo año, “las entidades de crédito acudieron a la subasta y pujaron por la fábrica y las fincas; no hubo más postores”.

PRODUCIR, EL OBJETIVO // En previsión de que finalmente la puerta no se abriera, como así ha ocurrido, durante todo este tiempo los inversores árabes decidieron tomar posiciones en el sector cerámico por vías alternativas. En su camino se cruzó San Alf Químicas SA (Salquisa), fundada en el año 2000 y con sede en Cabanes, en concurso de acreedores y que el 18 y 19 de septiembre del 2014 informaba a sus accionistas en junta general ordinaria del inicio del procedimiento de liquidación concursal. Ya tenía así el grupo saudí Kab su ‘ansiada’ planta de producción de fritas y esmaltes. Y para completar su gama y catálogo, se fijó en la china Wanxing, con sede en Onda, especializada en la fabricación de colores cerámicos, cuya ala europea se disgregó de su matriz asiática.

El proceso jurídico lleva dando pasos desde hace meses, pero a día de hoy sigue siendo noticia. El 18 de noviembre del 2014, el Borme informaba del cambio de denominación social de Wanxing Euro SL, que pasaba a ser Bonet Spain SL, constituida el 15 de septiembre del 2005 para “la compraventa, representación y comercialización de toda clase de productos cerámicos y de materias primas del sector cerámico, y la fabricación de todo tipo de colorantes y pigmentos”.

El 18 de enero de este mismo año salía la ampliación de capital de la sociedad por valor de 603.000 euros, de forma que el capital suscrito se eleva ahora a 1.543.000 euros. Y el pasado viernes, el Borme anunciaba el cambio del domicilio social, de forma que Bonet Spain SL sale de Onda (en la antigua sede de Wanxing) para ubicarse en Cabanes, en la dirección de Salquisa. H