El Grupo Pamesa ha dado este otoño un salto en su voluntad de mejora de su capacidad operativa. Y lo ha hecho con su desembarco en el puerto de Castellón. Y es que la compañía almazorense es la primera del sector azulejero en contar con un espacio propio en PortCastelló. A día de hoy el grupo gestiona ya dos pastillas de tierra de 20.000 y 15.000 metros cuadrados en la dársena sur del recinto portuario destinadas «a una única función: el estocaje de arcilla», señala a Mediterráneo su director financiero, Javier Portalés. Aunque la actual es una autorización provisional (que ha estrenado recientemente) sobre unos terrenos que todavía no están urbanizados, en el grupo confirman su intención firme de «permanenecer» en la dársena sur.

Con ese objetivo, ha solicitado 30.000 metros cuadrados de los que actualmente está urbanizando la Autoridad Portuaria en la zona para, en breve, disfrutar de ellos mediante una concesión.

ahorro de costes

Sin inversiones en naves de almacenaje, el grupo cerámico, el más importante de España en cuanto a volumen de producción (que se ha elevado con las últimas incorporaciones al grupo y con la mejora de las factorías tradicionales hasta los 70 millones de metros cuadrados, una cifra que podría superar este año), pretende continuar de esta manera con sus tareas de acopio de la materia prima para la fabricación de baldosas en la provincia.

Y es que, con este desembarco en la dársena sur, espera lograr un ahorro importante de costes. Hasta ahora Pamesa almacenaba material en el puerto a través de empresas intermediarias pero, «debido a la gran actividad» de las plantas de producción «necesitábamos más espacio», reconoce Javier Portalés. Y el almacenaje directamente en el puerto supone a la firma una ventaja porque, al no disponer de ese espacio en sus plantas, le evita el transporte hasta otros recintos, desde donde después, nuevamente, debería transportar el material hasta sus centros de producción.

Además, disponer de tal cantidad de espacio en el interior del puerto permite a Pamesa avanzar la importación del producto que necesitará durante este invierno. Y es que en los meses más fríos la arcilla blanca que se importa de Ucrania tiene un porcentaje de humedad «del 21%», señala el director financiero del grupo y en épocas de mejores temperaturas la cantidad de agua está cinco o seis puntos por debajo, apunta. Esto supone, directamente, que la importación en meses de más calor es «más barata» porque en el mismo peso hay más cantidad de arcilla y menos de agua.

Esto puede ayudar al grupo en su continuo crecimiento, que el año pasado le llevó a facturar 464,9 millones de euros, un 10% más, y a ganar 45 (12,5% más).

La implantación de Pamesa en PortCastelló es así la primera de una empresa cerámica, a pesar de la vinculación íntima de los muelles castellonenses con esta actividad. En este sentido, el presidente de la Autoridad Portuaria de Castellón, Francisco Toledo, espera que su llegada «tenga un efecto tractor sobre otras empresas, al ser referente en el sector». Para ello, la Autoridad Portuaria acelera en la urbanización de varias parcelas en el espacio disponible de la dársena sur.