La digitalización de los procesos productivos que llegan al amparo de la Industria 4.0, más que una opción, es una necesidad, sobre todo en un contexto internacional que cada día gana en complejidad, con nuevos actores que no necesariamente siguen las reglas de juego que han venido marcando el desarrollo de las relaciones comerciales en el mercado exterior.

Este ha sido uno de los mensajes que ha dejado la jornada que, organizada esta semana por el Periódico Mediterráneo, el

BBVA y la Diputación Provincial de Castellón, congregó en la Cámara de Comercio a un nutrido grupo de especialistas vinculados a los nuevos modelos de negocio, la interpretación del big data, la investigación o el análisis geoeconómico y geopolítico en la esfera mundial.

La jornada ha puesto de manifiesto la importancia que tiene la estrategia empresarial en la búsqueda de nuevos modelos de negocio al amparo de esta Industria 4.0, considerada la cuarta revolución industrial y que, al contrario de las anteriores, se está implantando de manera gradual pero de forma contundente, sin la virulencia social que acompañaron otros momentos históricos. La digitalización, la eclosión de la conectividad en las empresas, los gemelos virtuales, el aterrizaje masivo de datos, la robótica y la información a tiempo real se instala en las fábricas en un contexto de fuerte convulsión en un damero internacional donde se libran grandes batallas comerciales.

En este contexto, tal como explicaron buena parte de los intervinientes, Europa pierde fuelle comercial en favor de otras regiones, como Asia, que crece a pasos agigantados y que está inmersa en un proceso expansivo que ha soliviantado al gigante norteamericano. «Es la tercera guerra mundial que tiene en el conflicto sirio uno de sus principales exponentes, con el cruce de intereses de las grandes potencias», según explicó el coronel y analista geopolítico, Pedro Baños, quien fue el encargado de abrir la serie de charlas de la jornada.

Paralelamente a este escenario internacional, tiene lugar un proceso de transformación industrial hacia nuevos modelos de negocio que ofrecen nuevas oportunidades y es la única forma de mantener el actual estatus que tienen sectores como la cerámica, ejemplo de la implantación progresiva de esta Industria 4.0 que, al contrario de otras revoluciones, viene precedida por su desarrollo en el ámbito doméstico, como es el caso de la conectividad en el hogar, la oficina y el sector automovilístico o la robotización y automatismos que hoy ya forman parte de la rutina de los ciudadanos.