El sector azulejero de Castellón no ha parado ni un momento. Superado lo más difícil de la crisis económica en la que se sumergió en los años 2008 y 2009, y de vuelta a la senda de recuperación de la actividad desde entonces, muchas son las empresas que se encuentran acometiendo proyectos de ampliación de su actividad.

Aunque no son las únicas, Porcelanosa y TAU son dos empresas que bien pueden ejemplificar estos días el proceso de reinversión y crecimiento en el que están sumidas las compañías del clúster azulejero de Castellón.

La empresa de Vila-real se encuentra en la actualidad ampliando y modernizando su planta de producción de revestimiento, que arranca desde cero. Serán «15 millones» los que se invertirán para situar la instalación «en la vanguardia». Los trabajos tienen un cronograma de «dos años», en los que no se verá afectada la producción, y que cuando finalice incrementará la factoría en 30.000 metros cuadrados.

«Esta ampliación también supondrá una mejora tecnológica, con la que se dotará a la planta de un mayor grado de versatilidad, flexibilidad, productividad y eficiencia, triplicando la capacidad actual de las vagonetas y minimizando, así, el número de movimientos dentro de la planta», indican desde la compañía.

Las inversiones supondrán «una notable mejora a nivel medioambiental, reduciendo su impacto, con la innovadora tecnología de rectificado en seco», y que se sumarán a otros ya en activo, como el sistema de molienda continua, los apiladores de alta productividad o el sistema de enfundado Stretch-Hood.

TAU-PAMESA

La compañía que preside Fernando Roig representa el máximo paradigma del crecimiento. En apenas dos años, ha pasado de la undécima posición en el ránking mundial de producción a la octava. Desde el 2008, ha triplicado la producción de cerámica, ha incrementado un 130% la facturación y casi ha duplicado el número de trabajadores.

Y subiendo, porque en el ránking que se elaborará en el presente 2017 ya saldrá el resultado de la incorporación de TAU al Grupo Empresarial Pamesa.

Precisamente, TAU se encuentra sometida en estos días a una profunda reordenación y modernización de sus instalaciones. La empresa está ultimando la puesta a punto de tres nuevos hornos, que se suman a los cuatro que ya tenía, con una inversión de unos 25 millones de euros, para incrementar entre 35.000 y 40.000 los metros cuadrados al día.

Asimismo, Mediterráneo ya informaba de la adquisición, hace pocas semanas, de una nave que en su día perteneció a la extinta Cerámicas Gaya para que se convierta en una de las sedes de Prissmacer o Ecoceramic.

LARGA LISTA DE PROYECTOS

Los ejemplos de marcas que invierten no paran de sucederse. A Porcelanosa y TAU se suman otras como Colorker, que acaba de poner en marcha su ampliación de instalaciones; Grespania, que en junio inauguró su nueva planta de recubrimientos laminados de gran formato ‘Coverlam’; Best-Tile, que suma líneas en colaboración con Alcor; Fanal, que ha anunciado la ampliación de la producción de su centro en Onda; Halcón Cerámica, que ha puesto a trabajar, bajo el nombre de Onicer, una nueva planta en la sede que en su día fue Ceraworld; Cerámica Nulense, propietaria de Stylnul, está poniendo a punto la factoría de Real Cerámica y Alaplana; o Baldocer, que acaba de dar una nueva vuelva de tuerca a su negocio y ha invertido para fabricar piezas XXL.