Quesos de Catí, constituida como cooperativa hace ya dos décadas, ha sabido mantenerse fiel a las tradiciones sin perder cuota en el mercado. «Limitar la producción y apostar por la calidad son nuestro sello. Una calidad que abarca todo el proceso, lo que supone cuidar la materia prima hasta la transformación y la comercialización. Nuestros valores son el territorio, la calidad del producto y la búsqueda del consumidor que aprecie esos valores», destaca el gerente, Miquel Vives.

La empresa lleva unos años con un proyecto de internacionalización. Ello les ha permitido posicionar muy bien el producto en diferentes mercados de todo el mundo, si bien «ello se traduce más en el refuerzo de la imagen más que en el volumen de ventas», puntualiza. El principal mercado para la firma es la provincia de Castellón, así como la Comunitat Valenciana en general y Cataluña. «Somos conscientes de que el área mediterránea es más receptiva a nuestro producto por la larga tradición gastronómica», argumenta Vives.

Quesos de Catí cuenta con dos ganaderías propias y otra empresa, Quesería Artesanal de Morella, localidad en la que tienen dos puntos de venta. En total, generan 35 empleos directos, además de los ganaderos productores de leche. Eso sí, de forma directa o indirecta, hay 50 profesionales implicados en este proyecto. Asimismo, la facturación anual media en los últimos años ronda los tres millones de euros.

especialización

Uno de los valores añadidos de la empresa, que les ha hecho diferenciarse de otras, es su apuesta por el queso ecológico. «Buscamos un nicho de negocio que nos permita ofrecer un producto diferenciado. En todos los campos de la producción bus-camos la calidad», indica. Ello les ha permitido conseguir más de 50 premios nacionales e internacionales.

No obstante, Vives aclara que «pese a todos estos reconocimientos, no es fácil emprender en el entorno rural». «De hecho, estamos dando valor a productos que estaban abandonados. Hubo una época en la que la ganadería y la producción de leche de cabra estaban desprestigiadas, por lo que hemos tenido que dar una vuelta a todo esto. También es verdad que ahora hay mayor cultura gastronómica, lo que ha jugado a favor nuestro», dice.