Con una dilatada trayectoria en la docencia, Cristóbal Bellés ejerce como director del colegio San Cristóbal de Castellón desde el 2001. Un año marcado en su vida pues heredó esta responsabilidad cuando de forma repentina falleció su padre, fundador de los centros educativos San Cristóbal junto con su mujer. En la actualidad, al frente del centro está Bellés, junto a su hermano Juan Carlos y sus respectivas esposas. Se trata, pues, de una empresa familiar en la que reina el trato cercano con los estudiantes.

-LAURA CANO: ¿En qué consiste el proyecto educativo del colegio San Cristóbal?

-CRISTÓBAL BELLÉS: Nuestro proyecto educativo se caracteriza por una decidida apuesta por la innovación metodológica y tecnológica. Se basa en el fomento de valores, el desarrollo de las inteligencias múltiples, con especial atención a la educación emocional, los idiomas, la música y la práctica del deporte, implementado en un ambiente de afecto, respeto y confianza. Son nuestras señas de identidad. Somos lo que hacemos.

-L. C. : ¿Es fundamental educar a los jóvenes en el plurilingüismo?

-C. B. : Por supuesto. Los idiomas son esenciales para desenvolverse en una sociedad cada vez más global, tanto a nivel personal como laboral. Nosotros damos una gran importancia a la enseñanza de las diferentes lenguas, con preponderancia del aprendizaje del inglés. También se imparte en el centro el francés como segunda lengua extranjera y alemán como extraescolar, además de castellano y valenciano.

-L. C. : Para su centro es esencial asentar la educación sobre el valor de la inteligencia emocional. ¿Por qué?

-C. B. : En el mundo laboral, no todo son los conocimientos, también tiene gran importancia la actitud, el saber afrontar los problemas, tener iniciativa. En definitiva, saber desenvolverse en un entorno cambiante; y eso no se estudia. Con el desarrollo de la inteligencia emocional pretendemos que los niños aprendan a conocer y gestionar sus propias emociones y las de los demás, que se conozcan más a fondo a sí mismos para ser mejores personas y, al mismo tiempo, tengan facilidad para afrontar los retos que se marquen en el futuro. Nos importa lo que los niños piensen y sientan. Así podemos conocer mejor sus reacciones y actitudes para poder ayudarles.

-L. C. : ¿Cree que la jornada continua en los centros es positiva para los alumnos?

-C. B. : Dependiendo de las circunstancias familiares, laborales o personales puede variar la decisión al respecto. En nuestro colegio seguimos manteniendo la jornada partida hasta 3º de ESO; a partir de 4º de ESO y también en Bachillerato y en los Ciclos Formativos realizamos ya la jornada continua.

-L. C. : El debate sobre la carga elevada de deberes está siempre sobre la mesa. ¿Cómo lo gestiona el colegio San Cristóbal? ¿Qué piensa al respecto?

-C. B. : En San Cristóbal vemos los deberes en la etapa de Primaria como la creación de un hábito. Los profesores se coordinan para que cada día haya deberes de una asignatura diferente para no sobrecargar a los niños. Deben tener tiempo de jugar y realizar actividades lúdicas o creativas. Hay que ayudarles a organizarse y que vayan adquiriendo la autonomía suficiente para, en etapas posteriores, saber gestionar su tiempo libre y su tiempo de estudio.

-L. C. : ¿Las actividades extraescolares son importantes como complemento a la educación?

-C. B. : Es algo complementario a lo meramente educativo, pero importante como válvula de escape en algunos casos, como el desarrollo de habilidades creativas y musicales, el aprendizaje de un nuevo idioma o fomento del deporte. No todo tiene que ser el estudio. Al igual que en los deberes, en su justa medida.

-L. C. : ¿Cómo orientan a los alumnos en su camino hacia el éxito personal y profesional?

-C. B. : Es de vital importancia que nuestros alumnos elijan correctamente su dedicación futura, tanto a nivel académico como profesional. Es por ello que todos los profesores de ESO y Bachillerato se forman en coaching educativo con el fin de establecer planes de mejora personal en función de las necesidades, tanto académicas, como personales de los alumnos, que son aplicados en tutorías individuales. En 2º de Bachillerato, los alumnos reciben y realizan visitas a universidades tanto públicas como privadas, donde llevan a cabo actividades de desempeño profesional; complementado con el pase de cuestionarios sobre intereses vocacionales, por parte del Departamento de Orientación del Centro, para ayudarles a tomar la decisión más acertada. En Ciclos Formativos se realizan prácticas en empresas e instituciones públicas, con programas como FCT en Europa y FP Dual.

-L. C. : Las nuevas tecnologías han obligado a que todos los sectores se adapten a los nuevos tiempos. ¿También ha sido así para su centro?

-C. B. : Creo que estaremos de acuerdo en decir que la sociedad en general ha cambiado; y lo ha hecho de una forma vertiginosa en las últimas décadas. La educación no debe quedarse atrás. En un momento determinado decidimos apostar por la innovación como una de nuestras señas de identidad en la búsqueda de la excelencia educativa y entendimos que la tecnología era la mejor manera de estimular ese espíritu innovador entre los alumnos y entre el profesorado.

¿La clave? hacer un buen uso de la misma. Así que la incluímos en nuestro proyecto educativo, haciendo una considerable inversión. La introducción de la tecnología en San Cristóbal fue progresiva. Cada paso que dimos no fue fruto de impulsos ni guiado por modas, sino basado en la reflexión pedagógica. Con ello, hemos conseguido una considerable mejora en el proceso de enseñanza-aprendizaje, logrando una mayor motivación del alumnado, facilitando la labor del profesorado e implicando a las familias.

-L. C. : ¿Trabajan en algún futuro proyecto para incluir en su modelo educativo?

-C. B. : Tenemos un equipo humano muy motivado, creativo e innovador, del cual me siento tremendamente orgulloso, desde el que surgen continuamente propuestas nuevas. Para el próximo curso vamos a implantar el Bachillerato Internacional. De hecho, estamos ya en la última fase de autorización.