El proceso de regularización de la clementina Sando sigue adelante. Y lo hace con paso firme. De hecho, recientemente, un grupo de agricultores de la provincia de Castelló que era reacio al proyecto, que inició Fepac-Asaja en 2014, conjuntamente con el titular de la variedad; ha llegado a un acuerdo con la empresa propietaria de la citada variedad y entra con fuerza en el mismo.

En Fepac-Asaja estamos satisfechos y contentos puesto que se trata de un acuerdo muy importante y nos acerca al objetivo que no es otro que la producción Sando tenga su comercialización bajo el paraguas de una marca varietal protegida. Y es que, de esta manera, se podrá poner en marcha un proceso de control de la producción para mantener su cotización en el mercado y por ende, que los agricultores saquen provecho de ello. No hay que olvidar que parte del coste que conlleva la regularización de parcelas que producen Sando revierte en el propio proyecto impulsándolo desde el inicio, el objetivo es que los agricultores se beneficien de campañas de promoción, inversión en investigación, mejora de la calidad, potenciar la información y la formación que reciben por su variedad. En definitiva se trata de aportar valor añadido a un fruto con muchas posibilidades de seguir ganando cotización y prestigio en el mercado.

Estamos convencidos que la variedad Sando debe tener su protagonismo en el segmento más alto del mercado de los cítricos, el llamado mercado gourmet; debido tanto a sus excelentes cualidades organolépticas y fenotípicas como el control de su producción y comercialización, al tiempo que sus inmejorables cualidades de mercado para hoja, le confieren un gran potencial. Es una variedad de clementinas con una gran capacidad de penetración en los mercados internacionales, lo sabemos. De hecho, países como Alemania, Francia, Bélgica, Suiza y Austria representan nichos de mercado muy definidos para esta variedad y han mostrado su interés en el stand de Fruit Attraction, que ha tendido lugar esta misma semana en Madrid.

Se trata de una clementina de segunda campaña cuya recolección se engloba entre enero y febrero, e incluso puede llegar hasta marzo que surgió como mutación en la zona citrícola de la Plana, la cual le confiere una perfecta aclimatación, que conjuntamente de la mano de las técnicas de cultivo de nuestros citricultores, le dota de un comportamiento productivo y cualitativo idóneo para la comercialización en esas fechas. H