El 2018 fue un año objetivamente bueno para el sector inmobiliario de Castellón. La provincia se situó, con 8.733 operaciones de compraventa, como la quinta de España con más tasa interanual de crecimiento de la actividad (23,02%), solo por detrás de Murcia (25,09%), Toledo (24,96%), Teruel (24,88%) y Cádiz (23,52%). Esta tendencia positiva, sin embargo, no viene acompañada de un crecimiento paralelo de la construcción debido al elevado estoc de pisos que aún se acumula de los años del boom; y la segunda mano todavía protagoniza la mayoría de las adquisiciones.

Las cifras son claras en este sentido. Del volumen de ventas totales, únicamente 1.182 pisos fueron de nueva construcción. Unas cifras que llaman la atención si se tiene en cuenta que en el 2012, en lo peor de la crisis económica y con el poder adquisitivo de los castellonenses muy mermado, el 53% de los 6.588 inmuebles que se vendieron en la provincia estaban por estrenar.

El motivo principal, como explican desde el sector, es que las promociones nuevas se dan en cuentagotas y solo hay en Castellón ciudad y algún caso aislado del litoral, como Benicàssim. El año pasado se construyeron en total unas 400, según los datos que maneja la Asociación Provincial de Empresas de la Construcción de Castellón (Apecc).

ESTOC MUY ELEVADO

En ello tiene una influencia fundamental el que, según los últimos datos del Ministerio de Fomento, en la provincia queden todavía más de 25.000 inmuebles por vender. Una cifra que reiteradamente ha sido negada por excesiva desde la patronal castellonense, que no obstante reconoce que las viviendas que se construyeron en los años inmediatamente anteriores a la recesión y que no han encontrado comprador son aún demasiadas.

Además, y pese a que se ha reducido mucho el excedente --en 2012, Fomento cifraba el estoc de viviendas en 54.000--, el ritmo al que el mercado absorbe estos inmuebles se está ralentizando, ya que en el 2017 apenas bajó un 2,4%, un porcentaje inferior al del resto de la Comunitat Valenciana y al de España (3%).

El gerente de Comprarcasa Castalia Homes, Óscar Esteve, confirma de primera mano esta tendencia, ya que en el 2018 se produjo un «incremento del número de propiedades de segunda mano respecto al 2017». «Los precios de venta apenas han variado en los últimos años debido al elevado excedente de pisos. Un indicador en este sentido es que el plazo medio de venta se eleva a los 13 meses, aunque en nuestro caso es inferior», explicó.

TENDENCIA ENGAÑOSA

Por su parte Gustavo Alegre, director de la oficina de Areavivendi, cree «obligatorio reconocer que hay una mejora evidente», pero «todavía existe mucho producto por salir al mercado». «Las noticias son positivas pero llevan a engaño, ya que los vendedores piensan que sus viviendas valen muchísimo más de lo que realmente valen», indicó.

Desde la Cooperativa Sensal Parc señalan que ahora «los compradores pueden elegir entre más oferta, lo que nos exige ofrecer un mejor producto».