Solo el 2% de las toneladas totales de mercancías en España circulan a través del ferrocarril (el 5,5% en relación a Tm/Km), en su mayoría en el ámbito nacional. Y eso a pesar de que el país cuenta con 11.210 kilómetros de vías férreas y de que ese ha producido un incremento de los movimientos por este sistema de transporte, concretamente un 5%. Por supuesto, el corredor mediterráneo, que discurre por Castellón, vuelve a ser uno de los menos transitados. O dicho de otro modo: uno de los grandes perjudicados, especialmente por la falta de infraestructuras, teniendo en cuenta que el nuevo ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, no se ha comprometido en cuento a fechas y plazos a mejorar el trazado que comprende Castellón y Tarragona.

Estas son, a grandes rasgos, las principales conclusiones que se extraen del informe sobre los servicios de transporte de mercancías por ferrocarril aprobado recientemente por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), órgano que preside el castellonense Sebastián Albella.

Por partes. El fomento del transporte de mercancías por ferrocarril es uno de los objetivos de las políticas europeas y españolas, con la intención de vaciar las saturadas carreteras, además del impacto medioambiental que estas conllevan. Las pretensiones de la Unión Europea es sustituir el 30% del transporte por carretera a distancias superiores a los 300 kilómetros al ferrocarril para el año 2030 y al 50% para el 2050. En el caso de España, los objetivos son que el movimiento de productos por tren se situará en la horquilla del 8 al 10% en el año 2020.

Sin embargo, la realidad a día de hoy es muy distinta. «El transporte de mercancías por ferrocarril sigue siendo un mercado relativamente pequeño, sumando únicamente en torno a 300 millones de euros de ingresos en el año 2015», indica el informe. Eso significa que «la cuota modal del transporte ferroviario de mercancías es todavía muy reducida, estimándose en torno al 5% del transporte total medio en términos de toneladas netas, muy por debajo de la media europea».

En cifras reales, los trenes mueven 11.095 millones de toneladas, un 5% más que en el año anterior.

El crecimiento en el transportes de mercancías se produce incluso a pesar de que Renfe Mercancías, la empresa estatal que monopoliza esta actividad, llevó a cabo una optimización de sus recursos, que le llevó a reducir su tráfico, en número de trenes, en un 8%, si bien en términos de toneladas transportadas fue solo del 2% la bajada. Por el contrario, los operadores alternativos sí incrementaron «fuertemente su actividad», elevando un 32% las toneladas netas movidas, hasta los 4.015 millones de euros, de manera que representan ya el 26% del negocio. En el arranque del año 2016, las cosas parece que vuelven a la baja: las mercancías movidas caen un 9,5%.

La falta de infraestructuras, el exceso de regulación, los cuellos de botella en puntos como Tarragona o el propio ancho de vía ibérico, así como el peso del tráfico de viajeros, limita que el ferrocarril pueda crecer ahora.