La clemenules puede llegar a pagarse en el campo más de un 50% de lo que ahora mismo se cotiza y, por eso, desde la Federación Provincial de Agricultores y Ganaderos de Castellón (Fepac-Asaja) recomendamos a los agricultores que no se precipiten a la hora de vender sus cosechas. El mercado se está reactivando y por ello se están produciendo compras por parte de los operadores comerciales al objeto de acaparar cosecha para sus cliente. Aunque ciertos mensajes de compradores sean desalentadores, existe la siguiente contradicción: «¿Si el mercado no las quiere, entonces por qué vienen a comprármelas?»

En la actualidad, los comercios están pagando la clemenules, según las informaciones que ha recopilado Fepac-Asaja, del orden de 0,24 euros/kilo pero puede llegar a cotizarse, al igual que ocurrió el año pasado en la segunda mitad de la campaña, entre 0,30 y 0,38 euros/kilo.

A favor de la clemenules juega que la campaña ha llegado este año con aproximadamente 10 días de retraso y existe una reducción de las exportaciones de cítricos y el aumento de la cosecha no será superior al 3% de la campaña anterior que, desde luego, no fue excelente. Es decir, este año los productores castellonenses de cítricos tienen las condiciones de cara para obtener el máximo rendimiento económico porque al venir la fruta con retraso podemos desmarcarnos de la competencia y, por eso, instamos a los citricultores a no malvender el trabajo de todo un año.

En este sentido y para garantizar el mejor marco comercial posible para la clemenules, desde Fepac-Asaja defendemos la adopción de tratamientos para retrasar la maduración y recolección de la fruta para que aparezca en el mercado lo más tarde posible y cuando sea la principal oferta citrícola, algo que sucederá a finales de noviembre o principios de diciembre y, así, abarcar la campaña de San Nicolás, Navidad y Reyes. Los productores de clemenules deben adoptar, de ahora en adelante y como una estrategia comercial, retrasar al máximo, y en la medida de lo posible, la recolección de los cítricos para lograr mejorar la posición y la cotización de nuestros frutos en el mercado europeo al evitar tener que competir, por precio, con la fruta procedente de Huelva, Almería, Murcia y Valencia, así como con las variedades tardanas procedentes de otros hemisferios, que en estas fechas todavía están presentes en las cadenas de distribución europeas. Se trata, sin lugar a dudas, de la mejor fórmula para dignificar y valorizar nuestra clemenules.