El asunto de la bacteria de la xylella fastidiosa no solo debería afectar a las comunidades autónomas afectadas dónde se han encontrado positivos (Comunitat y Baleares), si no que dada su gravedad debería de competer también de forma clara a las autoridades europeas y a las estatales.

La Unió de Llauradors considera que tanto la UE como el Ministerio de Agricultura deberían apoyar a las comunidades afectadas tras la aparición de casos y no desentenderse de una plaga que podría ser letal para la agricultura si no se aplican medidas adecuadas y se incentiva a los agricultores para que arranquen sus árboles. La ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, es ministra de todos los agricultores españoles y no puede mirar hacia otro lado y dejar la responsabilidad a las comunidades.

Lo mismo que hubo un gran apoyo desde las instancias europeas y estatales para las vacas locas, ahora habría que actuar con la xylella. La solución es emprender planes coordinados de erradicación en las zonas afectadas y no simples medidas de contención, además de dar indemnizaciones suficientes y razonables para los agricultores damnificados en forma de lucro cesante.

Para conseguir una rápida erradicación de la plaga y evitar un avance de la misma, hace falta la seguridad de que exista una dotación económica adecuada que facilite la denuncia por parte de los productores que la detectan. Si no, estamos perdidos.

Nuestra organización viene haciendo un gran esfuerzo para informar en las zonas de riesgo a los agricultores para que en primer lugar sean conocedores del grave riesgo que corren sus explotaciones y, en segundo lugar, para que, conociendo los síntomas, denuncien cualquier anomalía que observen. Queremos que se investigue la llegada de la bacteria a España, que se conozca con transparencia y que se depuren responsabilidades. Pese a lo que se pueda presuponer, la bacteria xylella fastidiosa no solo afecta al olivo y al almendro, sino a todos los cultivos leñosos.

Así, tiene por tanto un gran potencial de daño para el cultivo mediterráneo. Se dispersa mediante vectores y ataca a plantas como la vid, el olivo, el almendro, el ciruelo, el melocotonero y los cítricos, sin que existan métodos eficaces de curación. En Italia y Francia solo se ha podido actuar erradicando y quemando las plantas contaminadas y prohibiendo la circulación de plantas de las zonas afectadas. No queremos alarmar, pero tampoco deseamos que las cosas no se tomen en serio. La xylella es un tema de Estado y como tal debe tratarse.