Esta semana recorrerán nuestra ciudad miles de visitantes atraídos por un festejo que es emblema. Las fallas que este martes se han plantado en Burriana convierten en arte el sacrificio y el esfuerzo de miles de vecinos. Visten de crítica inteligente y de belleza monumental la capacidad de un municipio que frente a la adversidad de la crisis se reivindica y redobla esfuerzos para cumplir con una tradición. La misma que diseña y dibuja unos monumentos que volverán a convertirse en emblema de nuestro municipio, el que atrae al turismo, el que no se amilana ante las crisis, el que reivindica su potencial para dar respuesta a los 3.197 vecinos que buscan un empleo.

Las Fallas son tradición y festejo, pero también son riqueza, inversión y desarrollo, crecimiento y empleo. Porque en estos cuatro días Burriana concentra el trabajo de un año. El que ha empleado a artistas falleros, restauración, textil, joyerías, floristerías, peluquerías, alimentación e imprentas por citar solo algunos de los sectores directamente beneficiados.

Y son imagen y emblema de una ciudad que reivindica desarrollo y oportunidades. Las que como representantes políticos debemos incentivar, proponer y desarrollar, para materializar las demandas que las comisiones falleras, artistas y sector nos transmitan. Porque toda la inversión nos será devuelta.

Y en esta defensa debemos estar todos. El Gobierno provincial, con una inyección directa a las comisiones, como la que ha aprobado, pero también el Consell y el consistorio, para que este proyecto común que es Burriana sea objetivo y principal beneficiado. H

*Portavoz del PP en Burriana