La Generalitat valenciana está empeñada en poner en riesgo la sanidad de las personas que vivimos en la provincia de Castellón. Sorprende que un president de la Generalitat de nuestra provincia sea tan insensible con su gente más cercana y en un tema tan básico como es la salud.

Ximo Puig y Mònica Oltra se han convertido en las dos hojas de la tijera que recorta derechos a los castellonenses cuando siguen poniendo todas las trabas del mundo a la licitación del acelerador lineal, cuando infrafinancian en más de 5 millones al Hospital Provincial o como en el último caso conocido pretenden desmantelar el CICU de Castellón para llevárselo a Valencia. Esta última decisión acabará costando más de un disgusto y será entonces cuando a los socialistas y nacionalistas de nuestra provincia, que permanecen mudos antes los abusos de sus superiores, les recordaremos su vergonzante silencio. La izquierda sigue empeñada en demostrarnos que para ellos la prioridad es su propio bienestar y el reparto de sillones; el progreso y bienestar de las personas siempre lo dejan para la última línea de su agenda de prioridades.

La coordinación de las emergencias debe realizarse lo más cerca posible de los ciudadanos, necesita de gente que conozca nuestra provincia, nuestros recursos y nuestras infraestructuras y por ello no se entiende que Puig y Oltra, las tijeras reales para la sanidad castellonense, decidan condenar a toda una provincia a depender de otra. La experiencia lo desaconseja, los profesionales lo desaconsejan pero el sectarismo de quienes gobiernan lo acabarán, por desgracia, imponiendo. H

*Diputado provincial del PP